MSc. Martha Belén Ortiz Celi

Nutricionista clínica /Chef en gastronomía nutricional

Las dislipidemias que engloba el que un paciente tenga colesterol o triglicéridos elevados constituyen un grave problema actual ya que condiciona un incremento en la mortalidad en adultos. Las poblaciones afectadas con hipercolesterolemia sí pueden evitar llegar a tomar los medicamentos para reducir el colesterol de manera natural si se lo proponen.

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Tengan en cuenta que se considera necesario y vital un cambio en la alimentación cuando existen valores de colesterol total mayor a 200 mg/dl y valores de cLDL mayores de 140 mg/dl.

El estudio Framingham para el colesterol y el estudio Procam para los triglicéridos y la dislipidemia mixta concluyeron que las dislipidemias son un factor de riesgo que con el tiempo pueden llegar a desarrollar enfermedades vasculares. Considere que el riesgo de un ataque al corazón es tres veces superior en caso de que padezca de hipercolesterolemia si se compara con una persona que posee perfil lipídico normal.

Se estima que el 80 % de los ataques cerebro-vasculares, enfermedades isquémicas del corazón y diabetes podrían prevenirse a través del control de sus principales factores de riesgo, los cuales incluyen alimentación no saludable, tabaquismo, inactividad física y consumo excesivo de alcohol, ya que existe una asociación entre estos factores con el aparecimiento de la presión arterial elevada, la hiperglicemia y la hipercolesterolemia.

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Como se mencionó, antes de llevar a cabo una terapia medicamentosa con hipolipemiantes sintéticos se debe optar por modificar la dieta, adoptando que se reduzca la ingestión de grasas. Es aconsejable acompañar la dieta hipocolesterolemiante con el control del peso y la tensión arterial y hacer ejercicio físico moderado.

El poseer valores de colesterol elevado en sangre genera la existencia de depósitos de colesterol en las paredes internas de las arterias, lo cual conduce progresivamente a un estrechamiento de los vasos, lo que provoca un trastorno considerable del flujo sanguíneo disminuyendo la perfusión. En consecuencia, se pueden presentar dolencias graves como angina de pecho, infarto de miocardio, apoplejía o trastornos de percusión en las piernas u otros órganos.

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En población pediátrica se recomienda una valoración selectiva de lípidos a partir de los 2 años de edad en los niños con sobrepeso, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular precoz o con padres que presenten hipercolesterolemia.

La dieta mediterránea es ideal para disminuir el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares y por enfermedad cerebrovascular, este patrón alimentario se caracteriza por un elevado consumo de frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas, frutos secos, pescados, carnes blancas y aceite de oliva. Además, incluye una ingesta moderada de lácteos fermentados, bajo consumo de carnes rojas y el uso de vino con moderación.

Los componentes bioactivos mejor reconocidos como responsables de los efectos beneficiosos de esta dieta son los antioxidantes, la fibra y los fitoesteroles, provenientes de productos vegetales, verduras, frutas, legumbres, aceite de oliva virgen y vino; los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva; los ácidos grasos omega-3 provenientes de productos marinos y de frutos secos; y desde luego los probióticos derivados de alimentos fermentados como queso y yogur.

La clave por la cual reduce el colesterol la dieta mediterránea es que posee alimentos ricos en fibra, la cual disminuye la absorción de grasas y azúcares de los alimentos, lo que contribuye a regular los niveles de colesterol y de glucosa plasmáticos.

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La fibra alimentaria también facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento y el cáncer digestivo. Adicionalmente, es un factor determinante de saciedad, disminuyendo la ingesta energética y facilitando el control del peso corporal. Algunas fibras son insolubles, como la celulosa, y provienen principalmente de cereales integrales como el arroz integral. Otras fibras son solubles, como la inulina, y son obtenidas con el consumo de verduras, frutas, legumbres, cebada y avena.

Por otra parte se ha visto que dietas ricas en grasas saturadas, ácidos grasos poliinsaturados omega-6, ácidos grasos trans e hidratos de carbono refinados, junto con un bajo aporte de antioxidantes y fibra, son perjudiciales para la salud y originan la tendencia a sufrir de colesterol elevado.

Los ecuatorianos necesitamos acrecentar el consumo de alimentos mediterráneos, contribuyendo a que la población disponga de platillos de mayor calidad nutricional que promuevan su salud previniendo la tasa creciente de enfermedades crónicas.

RECETA

DIP DE ALCACHOFA

La alcachofa es una planta medicinal rica en fibra, considerada hepatoprotectora, colerética, colagoga, hipocolesterolemiante y coadyuvante en las dietas destinadas a controlar el peso, por lo que ayuda a mantener los niveles de colesterol normal en sangre.

Ingredientes:

- 1 alcachofa entera pequeña

- 1 pepa de ajo

- 2 cdas. de chía

- 1 cdta. de mostaza dijon

- 1/4 tz. de yogur griego natural

- 2 cdas. de aceite de oliva

- Cilantro

- Sal

Preparación

1. Cocinar la alcachofa entera en poca agua por 20 min.

2. Deshojar la alcachofa y reservar el corazón y licuarla junto con todos los ingredientes más un cuarto de taza de agua de su propia cocción.

3. Añadir el corazón de la alcachofa picado en el dip.

4. Servir con cilantro picado, puede acompañarse con pan de masa madre integral. (F)


MSc. Martha Belén Ortiz Celi

Nutricionista Clínica /Chef en Gastronomía Nutricional

Miembro de la Asociación de Nutricionistas del Guayas

www.mbonutricion.com

Telf 0984606790