Encontrar un sostén que se ajuste perfectamente al cuerpo, que quede bien con la ropa y que no se dañe a la primera lavada parece imposible. Por eso, cuando encuentras el sostén ideal, lo que más quieres hacer es protegerlo y que sea duradero.

Ahí es cuando te puede entrar la duda, ¿Con qué frecuencia deben lavarse los sostenes? Tal vez quieras lavar tu preferido después de cada uso, o al contrario, usarlo varios días seguidos antes de meterlo a la lavadora, pero te preguntas si cualquiera de estas opciones pueda dañar a la prenda.

La recomendación más genérica es que los sostenes sean lavados después de cuatro usos, pero varios expertos recomiendan que mientras más tiempo pase una prenda en el cuerpo, más rápido hay que lavarla. Los sostenes, al ser una prenda íntima, pasan constantemente en contacto con tu cuerpo y por lo tanto se pueden empapar de sudor.

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La única persona que puede determinar qué tanto se ensucia un sostén es quien la usa. Si un día solo lo usaste por un par de horas y no realizaste mucha actividad física, probablemente esté limpio para usarlo al día siguiente. Pero si usaste el sostén todo el día y sudaste también, la mejor opción es que lo metas a la lavadora.

Recomendaciones para lavar los sostenes

  • No los metas a la lavadora con toda tu ropa. Las prendas íntimas deben lavarse por separado para evitar que la suciedad de la ropa de calle pueda transferirse.
  • Usa productos delicados. Para no irritar a tu cuerpo, usa detergentes más delicados cuando laves las prendas íntimas.
  • Revisa las instrucciones en la etiqueta. Algunos sostenes se conservan mejor si se lavan en agua fría o en agua caliente, por eso lee lo que dice en la etiqueta.
  • Deja secar al aire libre. Así podrás proteger la forma del sostén, pues su copa puede deformarse si se mete a la secadora.