Un estilo de vida poco saludable puede acarrear una serie de problemas para el organismo, siendo la hipertensión un enemigo silencioso ocasionado justamente por malos hábitos como el sedentarismo, ingesta excesiva de comida chatarra o alcoholismo.

Esta enfermedad afecta, al menos, al 30% de la población de las Américas, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En Ecuador, según datos publicados en 2019 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), esta condición es la quinta causa de muerte a nivel nacional.

En este contexto y en el marco del Día Mundial contra la Hipertensión, que tuvo lugar el pasado lunes 17 de mayo, es necesario generar conciencia acerca de la importancia de su prevención y diagnóstico temprano.

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De acuerdo con el Dr. Gregory Celis, director médico de Laboratorios Bagó, esta enfermedad “se origina por el aumento de las cifras tensionales de la presión arterial sobre los valores normales, donde los vasos sanguíneos llegan a tener una tensión elevada capaz de dañarlos, por lo que esta patología puede atacar a todos los órganos y sistemas del organismo“.

Origen de la hipertensión

Es una enfermedad silenciosa que generalmente empieza en la infancia por llevar estilos de vida poco saludables. Se incrementa en la juventud cuando existe exceso en la ingesta de comida chatarra, sedentarismo, consumo de alcohol y tabaco.

Estos factores de riesgo ocasionan que las arterias se vuelven más duras con el paso del tiempo, lo cual dificulta el trabajo del corazón.

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El exceso de trabajo del corazón produce complicaciones o daños en los órganos blancos (cerebro, retina, corazón, pulmón, riñón y vasos sanguíneos) y todo el sistema cardiovascular y cerebral.

Qué implica vivir con hipertensión

La hipertensión afecta principalmente al cerebro, corazón, pulmón, riñones, vasos sanguíneos y retina. Debido a su dificultad de diagnóstico, es importante acudir a chequeos médicos periódicos y llevar un estilo de vida saludable.

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De ahí que es importante acudir a controles periódicos, una vez diagnosticada la enfermedad es vital para mantener la calidad de vida del paciente. Su tratamiento debe ser orientado por un médico especializado, ningún paciente debe automedicarse por ninguna razón.

La hipertensión puede causar la muerte del paciente de forma repentina cuando los órganos cardiovasculares y cerebrales fallan y el organismo no es capaz de responder.

Cómo se puede diagnosticar la hipertensión

  • Medición alta de presión arterial sobre los (120/80) valores normales.
  • Por dolores de cabeza repentinos.
  • Sensación de incremento innecesario de la frecuencia cardiaca.
  • Sensación de cansancio excesivo.
  • La valoración médica de un especialista, es importante acudir al médico en caso de presentar cualquier síntoma antes mencionado.

Sobre su sintomatología

Generalmente la mayoría de casos no presenta sintomatología clara más que las señales mencionadas anteriormente como factores de diagnóstico. Estos son los factores de riesgo más comunes:

  • Vida sedentaria.
  • Desequilibrios alimentarios: alta ingesta de comida chatarra, sal, grasas.
  • Tabaquismo.
  • Alcoholismo.
  • Diabetes.
  • Estrés.
  • Obesidad.
  • Condición genética: si alguien de la familia ha padecido antes esta enfermedad.

Cómo se puede prevenirla

La hipertensión arterial puede prevenirse con un estilo de vida saludable, alimentación adecuada y ejercicio físico. El doctor Celis recomienda promover buenos hábitos, tales como:

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  • Realizar actividad física diaria. La OMS sugiere que las personas con enfermedades crónicas realicen actividades físicas moderadas durante al menos 30 minutos al día.
  • Mantener una dieta balanceada, incorporando todos los grupos de alimentos. Evitar aquellos que no son saludables, como grasas saturadas y con exceso de sal o azúcar.
  • Acudir al médico, especialmente si el paciente tiene familiares con hipertensión. (I)