La salud física y la salud mental son complementos para lograr el bienestar de una persona. Por eso, tanto el ejercicio como la buena alimentación, el descanso adecuado y la meditación son factores esenciales para equilibrar nuestra vida.

Y uno de los factores más importantes para lograr este bienestar es dormir bien, pues la falta de sueño no solo afecta al organismo, sino también a la salud mental.

El insomnio o las horas de sueño alteradas incluso pueden incrementar la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales.

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Getty Images Foto: BBC Mundo

Según el Instituto de Salud Mental Meadows en Estados Unidos, dormir menos reduce la sensación de emociones positivas, como alegría y satisfacción. Además, aumenta la frecuencia cardiaca y la preocupación, derivando en la sensación de ansiedad.

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Los resultados fueron analizados tras una revisión de 154 estudios, en los que científicos han investigado los efectos de dormir en la salud por más de 50 años. Así, identificaron tres tipos de pérdidas de sueño de acuerdo con los métodos de los investigadores.

En algunos estudios se obligaba a los pacientes a irse a dormir más tarde de lo normal. En otros, se los hacía quedarse despiertos muchas más horas, y en otros estudios se los mandaba a dormir, pero se los despertaba varias veces durante la noche.

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El incremento de la ansiedad es un efecto palpable incluso cuando uno se va a dormir una o dos horas después de la hora normal del sueño. Aunque parezca una práctica inofensiva, nuestra salud mental se va afectando cada vez que dormir tarde se repite.

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En el caso de la depresión, los casos varían más según la situación emocional de cada persona. Pero el no dormir sí puede aumentar los síntomas negativos.

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¿Cuántas horas es recomendado dormir?

Los estudios analizaron que los efectos negativos del sueño aparecen cuando dormimos menos de las siete horas mínimo que son recomendadas.

Según el Departamento de Salud de EE. UU., los adultos necesitan siete o más horas de sueño, pero los adolescentes deberían dormir entre ocho y diez horas cada noche.

En el caso de los niños en edad escolar, deberían descansar entre nueve y doce horas, pero los más pequeños, en edad preescolar, pueden dormir hasta trece horas, incluyendo siestas durante el día.

Los niños de 1 a 3 años necesitan dormir entre once y catorce horas diarias, y los bebés pueden dormir desde 12 hasta 17 horas al día, para lograr su adecuado desarrollo. (I)

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