El consumo de bebidas hidratantes permite evitar la deshidratación así como regular varios procesos y mantener en óptimas condiciones del cuerpo humano.
Dependiendo de los procesos que se empleen en los sistemas de las ciudades para el tratamiento de agua potable, esta puede ser bebida directamente del grifo.
Pese a todo esto, un grupo de científicos plantea que el agua no siempre es la mejor opción para mantenerse hidratado. Esto se dio a conocer en un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.
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Los especialistas de la Universidad de Loughborough (Reino Unido) estudiaron a 72 hombres con un nivel de agua corporal normal y en ayunas.
Se les hizo tomar un litro de agua sin gas o una de otras tres bebidas disponibles comercialmente por un periodo de 30 minutos y se tomó una muestra de orina en las cuatro horas siguientes. Dentro de las bebidas se encontraban solución de hidratación oral, bebidas azucaradas, cafés, cerveza, entre otras.
Con esto se midió el volumen total de orina producido y calcular el índice de hidratación, que es la cantidad retenida tras la ingesta.
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“Es probable que la respuesta diurética posterior a la ingestión se vea influida por varias características de la bebida, incluido el volumen ingerido, la densidad energética, el contenido de electrolitos y la presencia de agentes diuréticos”, se indicó.
Si bien varias bebidas demostraron tener una mayor capacidad de hidratación que el agua como el suero oral, leche entera y leche desnatada, que tenían menor excreción urinaria (retención de líquidos), esta sigue siendo esencial para la salud.
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El agua sigue siendo esencial para que órganos puedan cumplir con su función de eliminación de toxinas, especialmente en los riñones e hígado. (I)
