Aunque la cuarentena y otras restricciones durante la pandemia de COVID-19 que golpeó al mundo en 2020 cumplieron su propósito al evitar mayores contagios, en opinión del doctor Arturo Abdelnour, hoy estamos presenciando una de las consecuencias del aislamiento: el incremento de infecciones respiratorias especialmente en niños menores de tres años.

El especialista, quien actualmente se desempeña como asistente especialista del Servicio Medicina 5 en el Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Sáenz Herrera, además de ser docente de posgrado de Pediatría en la Universidad de Costa Rica, ofreció a finales de junio una conferencia en el salón Astillero del hotel Holiday Inn Guayaquil para intercambiar criterios con sus colegas locales sobre esta realidad.

Enfermedades respiratorias: alertas

“Las infecciones también están presentes en niños hasta los 11 años, inclusive adolescentes, y esto se atribuye a que estos niños no se expusieron a los virus que usualmente hay durante el año, y esto tuvo un impacto sobre su sistema de defensa, el cual no se entrenó al exponerse a estas otras infecciones y ahora son mucho más frecuentes y graves”, explica. “Entonces, en algunos países, desde el 2023 y el 2024, cuando se liberaron por completo las medidas de aislamiento, los niños empezaron a enfermar”.

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¿Cómo pueden atender los padres a sus hijos si presentan este malestar? El médico no se opone a que le suministren un medicamento para bajar la fiebre (en el caso de presentarla), pero sí advierte contra el uso de antibióticos sin la revisión y prescripción de un médico.

  • La mayoría de los virus van a tener síntomas con una duración de alrededor de 8 a 10 días.
  • En los primeros tres días habrá una mayor cantidad de fiebre, aparte de congestión y goteo nasal y tos.
  • Todo el cuadro puede durar de 8 o 10 días, y usualmente en una infección viral los síntomas van a ir aumentando hasta el quinto día.
  • A partir de allí, el niño empieza a mejorar.

Virus sincitial predomina entre enfermedades respiratorias

“Entonces, el papá debe estar atento a la presencia de fiebre prolongada, fiebre de más de tres días o la fiebre que desaparece y reaparece después del día cinco; eso es importante, porque pudiera indicar que hay una sobreinfección por bacterias (...). En ese caso será necesario un antibiótico; pero si es un virus, no”, agrega. De allí la necesidad de una evaluación médica oportuna.

“Lo otro que no queremos que tengan los niños es dificultad para respirar. Eso se va a manifestar cuando el niño respira más rápidamente o respira como cansado. Y otro síntoma peligroso es que el niño esté pálido o que esté rechazando el alimento, postrado o deshidratado. Esos signos, aunque se presenten en el primer o segundo día, es mejor que consulte al doctor”.

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Tampoco aconseja comprar directamente y comenzar a tomar un antitusivo sin conocer el origen real de la tos que presenta el menor.

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Entre los nuevos medicamentos que pueden contrarrestar las actuales carencias del sistema inmunológico en niños está el isoprinosine, un fármaco con una trayectoria de 53 años cuyo principio activo es inosina pranobex. En Ecuador es comercializado por Dyvenpro.

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De acuerdo con el especialista, el compuesto puede disminuir el tiempo de duración de la infección y prevenir futuros contagios.

“Tiene dos funciones. La primera, como antiviral, porque tiene la capacidad de aumentar la producción del interferón, una proteína que interfiere con los virus y además aumenta la actividad de los glóbulos blancos, que se llaman ‘células asesinas naturales’, que tienen que ver con la respuesta a los virus”, detalla. “Pero también tiene un efecto inmunomodulador; es decir, que tiene la capacidad de actuar sobre ciertas proteínas que son importantes para el funcionamiento del sistema inmune, y por eso se lo puede utilizar para estabilizar el sistema inmune para ese niño que se enferma más frecuentemente de lo esperado o, incluso, el adulto”.

Antes de utilizarlo, las familias pueden discutir el uso de este fármaco con su médico. (I)