El cerebro lleva a cabo funciones como la inteligencia y la memoria entre otras tantas; es por ello que es uno de los órganos que necesitan de más nutrientes que contribuyan en la formación y restauración del tejido cerebral.
La alimentación es la vía por la que el cerebro recibe esos nutrientes; aunque muchas veces se trata de alimentos que lo pueden fortalecer o debilitar. El Gobierno de México menciona que hay ciertas grasas o azúcares que pueden causar inflamación en la región cerebral relacionadas con la memoria a corto plazo.
En contraparte, hay alimentos que contienen una sustancia llamada silicio y lo benefician, se encuentra en alimentos como la avena, la cebada, las manzanas y el pepino.
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Los ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 tienen propiedades que favorecen a la plasticidad cerebral, para que se generen nuevas conexiones entre las neuronas de modo que realicen el proceso de la sinapsis.
¿Qué le pasa al cerebro si consumes más omega 6 que omega 3?
Los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en alimentos como el salmón, la caballa, la sardina y el arenque, se deben consumir en más cantidad, ya que son los más aptos para mantener flexibles y sanas las membranas celulares, reseña CuerpoMente.
Cuando al organismo le falta omega 3, la persona corre el riesgo de sufrir de una gran cantidad de problemas de salud como la depresión, la pérdida de memoria, reducción de la inteligencia, falta de concentración, Alzheimer y esclerosis múltiple entre otros.
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Por otra parte, consumir grasas poliinsaturadas omega 6 (que se encuentra en margarinas vegetales, salsas a basa de aceite de maíz o girasol y en los platos preparados) en exceso puede perjudicar al cerebro, ya que están relacionadas con la proliferación de radicales libres, causantes de la oxidación o el envejecimiento celular.
Asimismo, el omega 6 también produce la inflamación crónica que aparece en todas las enfermedades degenerativas cerebrales. Esta también es generada por los radicales libres, por los eicosanoides producidos en la asimilación de estos ácidos grasos y por el incremento del neurotransmisor glutamato, que produce excitación y agotamiento en las neuronas.
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En resumen, quienes consumen más omega 6, tienen un funcionamiento mental menos eficiente y más tendencia a perder la memoria.
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