La vitamina E es un antioxidante natural que desempeña un papel fundamental en la salud general de nuestro organismo, un nutriente liposoluble se obtiene principalmente a través de la alimentación.
Algunos alimentos ricos en vitamina E son los aceites vegetales, las nueces, las semillas y los vegetales de hojas verdes. Sin embargo, algunas personas optan por complementar su dieta con suplementos nutricionales de vitamina E, incluso de forma diaria.
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¿Qué pasa cuando tomo vitamina E todos los días?
De acuerdo con Eating Well, tomar vitamina E diariamente no solo no supone un problema para la salud, sino que ayuda a proteger a las células del organismo contra el daño oxidativo causado por los radicales libres, lo que permite prevenir enfermedades crónicas como las cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
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Además, este importante nutriente puede mejorar la función inmunológica, favorece la función cerebral y cognitiva y promueve el envejecimiento saludable.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, si bien la ingesta de vitamina E a través de los alimentos es segura, los suplementos deben consumirse con moderación -no más de 1000 miligramos diarios- para prevenir posibles efectos adversos.
Vitamina E: El secreto para una piel saludable
Más allá de sus efectos internos, la vitamina E también puede beneficiar a la piel de manera tópica. Muchas cremas y productos de cuidado facial incluyen esta vitamina en su fórmula, ya que contribuye a mantener la piel hidratada, flexible y protegida del daño ambiental.
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Incluso, hay evidencia de que ingerida a través de la dieta puede ayudar a reducir la respuesta inflamatoria de la piel ante la exposición solar, otorgando cierta protección natural, como resalta también el portal especializado Eating Well.
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