Este domingo 27 de noviembre comienza para todo el pueblo católico el tiempo de espera para la Navidad, que son cuatro semanas previas a la medianoche del 24 de diciembre.

Uno de los símbolos de este tiempo es la Corona de Adviento, que se compone por 4 velas que representan las cuatro semanas en que se realizará el rito de encenderlas mientras se reflexiona sobre el tiempo previo al nacimiento del Salvador.

Velas, cinta, follaje

La corona de Adviento tiene tres velas moradas y una rosada. Estas velas representan los cuatro domingos de los que se compone el Tiempo de Adviento, las tres primeras de color morado se encienden el primer, segundo y cuarto domingo de Adviento, mientras que la rosada se enciende el tercer domingo de Adviento, conocido como el domingo Gaudete.

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La primera vela, que es morado, simboliza la esperanza. A veces se le llama la “Vela de la Profecía” en memoria de los profetas, especialmente de Isaías, quienes predijeron el nacimiento de Cristo.

La corona suele también tener ramas verdes como follaje, recuerda el padre Silverio Osorio en Aciprensa, porque el verde también es un color de “esperanza y vida”. El pino significa la inmortalidad, pues “mientras todos los árboles pierden su color y su follaje durante el invierno, el pino mantiene siempre sus ramas verdes”.

Muchas coronas pueden tener campanas como otro adorno, “que representan la espera activa del cristiano a la venida de Nuestro Señor”.

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Una cinta roja también puede hacer parte de la corona, porque es “la demostración del amor del Señor en la Cruz. Es la alegría que nos trae el Salvador”, recuerda el padre Osorio.

Muchos otros católicos y parroquias eclesiásticas incluyen una quinta vela, que es de color blanco, esta es una tradición que se ha vuelto popular en las adaptaciones modernas. (I)

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