Desde que Rocky, un bóxer americano, llegó a la vida de Osmar Taboada todo cambió; no solo crecieron las responsabilidades, sino que también encontró una versión nueva del amor. A Rocky le cuenta sus problemas, sus alegrías y hasta sus secretos; cada vez que llega a casa Taboada tiene la misma rutina: descansar un rato mientras intercambia afectos físicos con su can. “Es una gran compañía, tenemos una conexión especial, yo amo a mi perro como si fuera mi propio hijo”, declara el hombre, que siempre ha querido ser padre y que en su mascota encontró otra posibilidad de serlo.

¿Quiere esterilizar a su mascota? Tome estas recomendaciones previamente

Describe a su perro como alegre, juguetón, cariñoso, analítico y un poco brusco. “Fue una buena decisión adoptar a Rocky o, mejor dicho, que él haya llegado a mi vida”, afirma. Juntos disfrutan de los paseos en carro.

Osmar Taboada junto a su perro Rocky.

Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, pero ¿qué hay de cierto en esta afirmación? La psicóloga clínica Melissa Vélez recuerda que el perro ha acompañado al hombre hace aproximadamente 10.000 años en varias labores como el pastoreo de ganado, cacería de alimañas y pestes, guardianía de territorio y como compañía. Actualmente trabajan en aeropuertos, departamentos policiales, en búsqueda y rescate.

Publicidad

“Se vuelven nuestros compañeros de hogar y de trabajo, nos cuidan, protegen y son nuestro equipo. No hay ningún binomio tan perfecto como el del perro-humano que haya realizado tantas tareas juntos, ni un vínculo tan fuerte como lo tiene el perro con el hombre”, sostiene Vélez.

¿Por qué deberías negarte a pintar el pelo de tu perro? Estas son las poderosas razones que ofrecen los veterinarios

La ciencia dice que la conexión entre perros y humanos puede ser hormonal y genética. Una investigación del departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu (Japón), recogida por la revista Science, afirma que esta conexión puede ser producida por la hormona oxitocina, también conocida como hormona del amor. Este vínculo es tan fuerte como el que existe entre padres e hijos.

Esta misma investigación realizó análisis de oxitocina a partir de muestras de orina que fueron recogidas, antes y durante la interacción de perros con sus dueños. De este estudió se concluyó que los niveles de oxitocina son más altos al haber contacto visual entre los canes y sus amos.

Publicidad

Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Esto lo confirma la profesional en entrenamiento canino, quien dice que esta famosa ‘hormona del amor’ también se libera cuando las personas acarician a sus perros. “Los niveles de cortisol (hormona del estrés) disminuyen, creando un ambiente de más calma y relajación. Esto ha sido estudiado a nivel cerebral/hormonal en los humanos. En los perros hay una respuesta similar”, explica.

Vélez indica que los animales domésticos han evolucionado junto al hombre. “Es posible que haya algún rastro innato en nosotros y en ellos de generar vínculo mutuo, de ser orientados hacia ellos o los perros hacia nosotros. Es un hecho que los perros, por la domesticación, están orientados a buscarnos y a mirarnos a los ojos para solicitar alguna respuesta emocional nuestra”, explica Vélez.

Publicidad

Cuidados para perros y gatos en época de invernal: ¿Mi mascota puede enfermar si lo expongo a la lluvia?

Ella describe a los perros como altamente inteligentes, capaces de sentir muchas emociones y dispuestos a generar vínculos. “Al convivir con su dueño, generan mucho apego porque lo sienten parte de su familia (los perros son animales orientados a formar grupos), además nosotros somos quienes los alimentamos y cubrimos sus necesidades básicas”, dice.

Osmar Taboada junto a su perro Rocky.

Taboada asegura que su perro Rocky escucha atento cada confesión personal que le hace, afirma que es muy perceptivo. “Asienta su cabeza en mis piernas, y allí es cuando me pongo a conversar sobre mi vida con él; realmente suelo desahogarme con él”, afirma.

Vélez sostiene que los perros pueden ayudar a una persona a tener estabilidad emocional y a sentirse mejor en momentos de angustia. “Incluso son capaces de amortiguar episodios de emociones fuertes como la ansiedad, frustración o tristeza”, menciona.

Indica que son capaces de percibir nuestro estado de ánimo y leer nuestra cara. “Son capaces de identificar rasgos de nuestro rostro de ‘enojo’ o ‘tristeza’, incluso leen nuestro lenguaje corporal de manera muy eficiente”, enfatiza.

Publicidad

Cuando se separan

Los perros se pueden adaptar a los momentos de distancia con su dueño, pero algunos no pueden soportar estar mucho tiempo lejos de ellos. “Cuando yo viajo por algunos días por mi trabajo, mi mamá me cuenta que mi perro me extraña, que se pone a llorar”, cuenta Taboada.

Vélez señala que los canes son capaces de extrañar a su familia o dueño, incluso algunos cambian su comportamiento como, por ejemplo, dejar de comer.

Este malestar se puede acrecentar cuando son abandonados por su amos, ya que los canes son capaces de sentir que sus dueños ya no están por algún motivo. “No son capaces de entender el motivo de un abandono pero sí la soledad después de este, ya que al ser animales sociales se sienten abrumados cuando su grupo social desaparece de la nada”.

Sin embargo, los perros son resilientes y viven en el presente. “Siendo sincera, dudo que vivan pensando en ellos una vez que ha pasado un tiempo desde el abandono. Ellos siguen adelante y se llenan de nuevas experiencias”.

Foto: Pixabay

En todo caso, se recomienda no crear una dependencia emocional extrema, el perro y el humano deben tener sus espacios y tiempos a solas, caso contrario estaríamos causándoles un daño a la mascota. “Si yo fomento una dependencia emocional muy fuerte, estoy creando un lazo emocional tóxico para mí misma (o) y que a mi perro no le hará bien a nivel emocional porque no aprenderá a vivir sin mí”, detalla.

“A la larga yo puedo sufrir pero puedo, como humana, razonar y reflexionar sobre ello. Pero mi perro no podrá hacer lo mismo y sufrirá de más”, añade.

No está de más decir que esta fuerte conexión entre el humano y el perro debe estar acompañada con la responsabilidad de alimentarlo correctamente, llevarlo regularmente al médico y compartir momentos de calidad. “No solo es una mascota o un animal que tienes como objeto en la casa, tenemos que estar muy pendientes de ellos”, subraya Taboada. (I)