La Semana Santa es el tiempo más importante del calendario litúrgico para los cristianos católicos porque se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, los misterios centrales de la fe.

A la Semana Santa se le llamaba en un principio la Gran Semana. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Este año 2022 la semana sagrada empieza el domingo 10 de abril y culmina el domingo 17. Cada día tiene un significado.

Representación de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue recibido con palmas. Foto: Pixabay

Domingo de Ramos

Este día se celebra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, es tradición que los fieles lleven ramos a las misas de esta jornada para que los bendigan.

Publicidad

Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la misa y la lectura del relato de la Pasión durante la eucaristía.

Representación de las expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén. Foto: Pixabay

Lunes Santo

En este día se conmemora la unción de Jesús en casa de Lázaro —realizada por María de Betania, una de las hermanas del resucitado—, que se describe en el Evangelio según San Juan.

También se recuerda la expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén, en la que Jesús —según San Mateo— pronunció: “Mi casa, casa de oración será llamada; pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”.

Publicidad

Durante la misa de este día, el Evangelio de San Juan refleja el pasaje de la unción en Betania, cuando Jesús visita la casa de Lázaro, tras resucitarlo, donde María, una de las hermanas de éste, le unge costosos perfumes.

“María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume” (Juan 12,1-11).

Publicidad

Martes Santo

Este es un día de preparación para el Triduo Pascual, que es el lapso que va del Jueves Santo al Domingo de Pascua en el que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Durante ese tiempo los fieles cristianos católicos reflexionan acerca del Vía Crucis. Por eso el día martes se expone cómo fue que, según los relatos del Nuevo Testamento, Jesús anunció su futura muerte a los discípulos, así como las palabras que le dirigió a Judas Iscariote por su traición y a Pedro por las negaciones que cometería antes de que cantara el gallo.

Miércoles Santo

Este día marca el final de la Cuaresma, destinada a la preparación espiritual para la fiesta de la Pascua, la fiesta central del cristianismo, en la que se conmemora la resurrección de Jesús.

Canónicamente, el Miércoles Santo es el día en que se reúne el Sanedrín (asamblea o consejo de sabios) y el tribunal religioso judío con Judas Iscariote para negociar la entrega de Jesús a cambio dinero.

Publicidad

Representación de la Última Cena, donde Jesús de Nazaret compartió el pan y el vino con sus apóstoles. Foto: Pixabay

Jueves Santo

Este se recuerda la Última Cena de Jesús de Nazaret con sus apóstoles en la que les lavó los pies, lo que se conoce como un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, en que los creyentes católicos conmemoran la institución de la eucaristía, con la consagración del pan y el vino mientras Jesús los compartía con sus apóstoles; además, se remarca el legado del sacerdocio.

El pan significa el cuerpo de Cristo, y el vino su sangre, que recuerdan el sacrificio de Jesús en la cruz.

Al terminar la Última Cena, Jesús se fue a orar al huerto de los olivos de Getsemaní. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo tras la traición de Judas Iscariote, quien reveló la ubicación de su maestro a cambio de treinta monedas de plata.

Representación del Vía Crucis. Foto: Pixabay

Viernes Santo

Este día el mundo cristiano católico recuerda la Pasión de Cristo: Su prisión, los interrogatorios del rey Herodes y Poncio Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Se conmemora con un Vía Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

Constituye propiamente el primer día del Triduo Pascual. Es día de penitencia obligatoria y se practica la abstinencia y el ayuno.

La Iglesia, siguiendo una antiquísima tradición, en este día no celebra la eucaristía y la sagrada comunión solo se distribuye a los fieles durante la celebración de la Pasión de Cristo. Sin embargo los enfermos que no puedan participar en dicha celebración pueden recibirla a cualquier hora del día.

Está prohibido celebrar en este día cualquier sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos. Las exequias (ceremonias religiosas que se celebran por un difunto), si las hubiese, se celebran sin cantos ni instrumentos.

Ese día no hay eucaristía pero sí una conmemoración litúrgica de la muerte Jesús.

Sábado de Gloria

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza.

Ese día se celebra la frase que se recita en el Credo: “Descendió a los Infiernos”. Es un tiempo de reflexión y acompañamiento a la Virgen María, la madre de Dios, que está a la espera de la resurrección del hijo.

En su designio de salvación, Dios dispuso que Cristo no solamente “muriese por nuestros pecados”, sino también que conociera el estado de muerte, el estado de separación entre alma y cuerpo, durante el tiempo comprendido entre el momento en que expiró en la Cruz y el momento en que resucitó. Ese momento se revive cada Sábado Santo.

Las Sagradas Escrituras indican que Jesús bajó al “Seol” o infierno, donde permanecían las almas de todos los muertos. Allí estaban todos los santos, profetas, los justos inclusive San José, que perecieron antes de la muerte de Jesucristo y no tenían cómo llegar al cielo.

Según la tradición de la Iglesia, cuando Jesús muere, desciende al infierno y lleva consigo al cielo a todos los que creyeron. En resumen, el Sábado Santo es una fecha distinta al Jueves y Viernes Santos porque no ocurrieron acontecimientos visibles en la tierra.

Estatua que representa a la Virgen María sosteniendo el cuerpo de Jesús, tras ser bajado de la cruz. Foto: Pexels

Es el día del silencio, la comunidad cristiana vela junto al sepulcro. Callan las campanas y los instrumentos. Se ensaya el aleluya, pero en voz baja; el altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío.

Este sábado no se celebra la eucaristía pero se conmemora la soledad de María después de llevar al sepulcro a su hijo. Incluso en este día no se celebran matrimonios ni se administran otros sacramentos, salvo la Penitencia y la Unción de los Enfermos.

Además, durante la noche se cumple la celebración de la Vigilia Pascual por la resurrección, que está adornada por el cumplimiento de todas las profecías y la recuperación vital de la vida de Jesús para no morir jamás.

En Pascua, los cristianos celebran la Resurrección del Señor Jesús como el último día de la Semana Santa.

Domingo de Resurrección o Pascua

Es el día más importante y más alegre de la Semana Mayor, ya que se recuerda cómo Jesús venció a la muerte. Durante la misa dominical se recuerda, encendiendo el cirio pascual, que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá encendido hasta el día de la Ascensión de Jesús. (I)

Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.»

San Juan 11:25-26