Elena Coronado se mostró sorprendida al conocer que el pasado sábado el presidente de la República, Rafael Correa, se refirió a la muerte de su nieto, John León Coronado, de 13 años, al parecer producto de la golpiza que recibió por parte de supuestos estudiantes del colegio Vicente Rocafuerte.

La agresión ocurrió el pasado jueves 8 de enero en las inmediaciones del Instituto Técnico Guayaquil y murió dos días después sentado en un ciber.

Correa indicó, durante su enlace semanal, que no permitirá que la violencia se apodere de los centros educativos. Llamó “cobardes” y “tontos” a aquellos jóvenes que agreden a otros, y los instó a identificar a los “verdaderos enemigos” de la juventud, como son las drogas, los expendedores de alcaloide, la pobreza, entre otros.

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En las declaraciones de Correa, Coronado y sus familiares vieron la oportunidad de que el presunto crimen no quede en la impunidad, por lo que esperan que las autoridades identifiquen a los supuestos agresores de John. “Solo queremos que se haga justicia, que se castigue a los culpables de la muerte de mi sobrino”, dijo Ana Coronado.

Rolando Panchana, gobernador del Guayas, manifestó ayer que un informe elaborado por la Subsecretaría de Educación reveló que, al parecer, algunos de los presuntos agresores no son estudiantes, sino infiltrados que usan el uniforme del Vicente Rocafuerte.

Mientras, Augusto Espinoza, ministro de Educación, en cambio expresó, el pasado sábado, que se trataría de exestudiantes del citado plantel.

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Panchana indicó que la investigación también está dirigida a los médicos del hospital Francisco de Ycaza Bustamante que atendieron a John, “para establecer si a los médicos que hicieron la atención les faltó diligencia para enviar al muchacho tan prontamente a casa sin practicarle algunos exámenes que hubiesen sido necesarios...”, dijo el funcionario. (I)

2 horas permaneció John León en el hospital, según sus familiares, luego le dieron el alta médica.