En Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva cumple una condena de 12 años de prisión; el actual jefe de Estado, Michel Temer, investigado; en Perú el exmandatario Ollanta Humala con prisión preventiva; Pedro Pablo Kuczynski renuncia a la presidencia y es investigado; el exgobernante Alejandro Toledo con orden de captura. En Ecuador, el vicepresidente Jorge Glas preso y condenado a 6 años de cárcel...

Son exgobernantes, pesos pesados en su momento en sus países, que en menos de dos años han caído en desgracia por el escándalo de corrupción de la constructora Odebrecht, que repartió más de $ 788 millones en sobornos en diez países de la región.

Ellos son parte de una larga lista que incluye a cientos de políticos investigados y que poco a poco son procesados. La trama de Odebrecht es considerada como el escándalo de corrupción más grande de Latinoamérica. Es el más fresco, pero hay más gobernantes que también están bajo la justicia por otros casos.

Publicidad

Latinoamérica vive una ola de efervescencia por sacar a la luz las irregularidades y destapar hechos corruptos, ha movilizado a miles de personas a exigir la renuncia y cárcel para mandatarios y funcionarios implicados en sobornos o malversación de fondos.

Varios factores alientan a que estos casos no queden impunes en la región, en donde durante muchas decenas de años ha habido un alto grado de hechos corruptos que pasaron desapercibidos y quedaron sin castigo como las millonarias cuentas que se descubrieron en el Riggs Bank a nombre del dictador chileno Augusto Pinochet o las gigantes fortunas de presidentes mexicanos en la década de los cuarenta, registra nytimes.com.

Regímenes políticos durante el siglo XX lo permitían todo o casi todo. Dictaduras militares tenían poder absoluto y cero control por instituciones como jueces independientes, Contraloría, medios de comunicación libres o una vigorosa sociedad civil, refiere Diego García-Sayán en un artículo sobre la corrupción en América Latina, en elpais.com.

Publicidad

En las dos últimas décadas, líderes, ministros, exministros y cientos de funcionarios de altos cargos se enfrentan a la acción de los tribunales, algunos ya están presos, otros están procesados como la expresidenta argentina Cristina Fernández, o exgobernantes en Guatemala y El Salvador.

Juan Cruz Vieyra, especialista en Modernización del Estado del Banco Interamericano de Desarrollo, apunta que los ciudadanos están indignados por los malos manejos de los recursos públicos y menciona algunos factores que inciden en el creciente procesamiento de funcionarios de alto nivel. Destaca las reformas de los sistemas judiciales que se han dado en los últimos 20 años. Además de la existencia de fiscales independientes.

Publicidad

Ciudadanos activos, cada vez más empoderados, con acceso a amplia información disponible para el público que exigen cuentas a los gobernantes y ya son parte de una ola a favor de la transparencia imparable, dice Cruz Vieyra en una entrevista a revistafal.com.

La evolución de los estándares internacionales para prevenir y controlar la corrupción, también ha sido clave.

Sergio Moro, el juez brasileño que ya puso tras las rejas a Lula y quien lleva adelante el gigantesco caso Lava Jato, subraya también la importancia para la justicia de contar con el apoyo de la opinión pública.

“Para luchar contra la corrupción y personas muy poderosas la justicia necesita del apoyo de otras instituciones como el Poder Ejecutivo, el Legislativo y de la sociedad en su conjunto”. (I)

Publicidad

Es importante que la opinión pública pueda saber qué está haciendo la justicia... eso sirvió como protección, porque cuando se involucran personas poderosas hay gran riesgo de obstrucción, hay presiones. Millones salieron a las calles... y apoyaban las investigaciones”.Sergio Moro, Juez caso Lava Jato