No se tiene previsto que haya una sequía de liquidez en la economía del país, dice Ruth Arregui, superintendenta de Bancos. “Cuando se hacen ajustes se frena el crecimiento de la economía, pero eso no quiere decir que no habrá este año un importante monto para depósitos y que estos puedan ser canalizados en colocaciones”, asegura.

¿A qué responde que en los dos últimos meses del año pasado se hayan dado más créditos de consumo con respecto a los otorgados en 2016, 2017 y 2018?

En realidad en los últimos años hemos venido como país teniendo un comportamiento de crecimiento de la cartera de consumo. Pero dentro del portafolio de créditos, el que mayor aporta o hacia donde se dirigen los créditos de la banca en general es al sector comercial...

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¿Cómo se explica que en una economía que se desacelera se dé más crédito para consumo?

Lo que llama la atención es que habiendo crecido el empleo inadecuado, de todas maneras ha habido crecimiento del crédito de consumo. También hay que mirarlo con pinzas, hay gente que utiliza la tarjeta de crédito o utiliza el crédito comercial para ponerse al día en otro tipo de deudas. Además la gente sí consigue una tasa mejor entre el microcrédito o el crédito de consumo, muchas veces resuelven los problemas de su negocio con estos últimos, los de consumo. Allí hay una línea muy delgada.

¿Qué hace falta para tener un mercado de créditos más dinámico?

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Hay tres cosas importantes. Hemos venido impulsando, en la parte que le corresponde a la Superintendencia de Bancos, un proyecto de reformas al Código Orgánico Monetario y Financiero porque los indicadores que miden la inclusión financiera dicen que tenemos algunas brechas significativas con respecto a otros países de la región. La segmentación de los créditos no es hecha de manera técnica, estas derivan del marco legal y normativo. Otra de las cosas que también limitan el acceso a productos y servicios financieros tiene que ver con la fijación de techos de los precios porque en todas las industrias, si se tiene este, todas se van a pegar al techo, eso pasa también en la industria bancaria. Si se pone una fijación de tasas de interés pues entonces van a procurar ir hacia el techo de la tasa. Ese es un muy mal sistema de establecimiento de precios.

¿Cómo debería funcionar?

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El sistema debe funcionar en principio con una especie de bandas, que esas bandas sean las que permitan que haya competencia entre las instituciones financieras para establecer mejores precios y servicios.

¿De qué forma se deberían establecer las tasas de interés de los créditos?

Se necesitan dos reformas. La una es la segmentación. Hay que revisar esta barbaridad de segmentación que a la postre nos hace tener como 21 tipos de tasas de interés diferenciadas y eso es un arbitraje terrible entre los unos segmentos y los otros. Eso es negativo realmente para el crecimiento y la productividad del país. Esa debería ser una tarea que debemos corregir este año. El marco regulatorio no lo hace la Superintendencia de Bancos sino la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, pero, si tenemos iniciativas que enviamos, entre ellas, un método de establecimiento de las bandas para calcular los precios de las tasas de interés. Es un tema muy técnico, esperamos que lo planteado sea acogido. (I)