República Dominicana realizó sus elecciones presidencialaes y parlamentarias el domingo pese a la pandemia de coronavirus.

El opositor Luis Abinader fue el vencedor y marca un viraje político que pone fin a 16 años en el poder del centroizquierdista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Abinader, candidato del socialdemócrata Partido Revolucionario Moderno (PRM), concentraba 52,51% de los votos contabilizados por la Junta Central Electoral (JCE) con 82,96% de los centros de votación computados, según data oficial consultada este lunes. Además todos sus oponentes y el presidente Danilo Medina.

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"Ganamos, hoy ganamos", festejó Abinader frente a decenas de partidarios en su comando de campaña en Santo Domingo. "Es el cambio por el que votó el pueblo dominicano", agregó el empresario de 52 años, quien asumirá la presidencia el próximo 16 de agosto.

¿De dónde salió el ganador?

Aunque a sus 52 años no tiene experiencia en cargos públicos, la vena política de Abinader es herencia familiar. Su padre, José Rafael Abinader, fue un reconocido dirigente en los gobiernos posteriores a la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo y senador a finales de la década de 1990.

No es, sin embargo, su primer intento de gobernar este país de 10,5 millones de habitantes.

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Postulado por el socialdemócrata Partido Revolucionario Moderno (PRM), Abinader, quien apenas se recupera tras dar positivo por el nuevo coronavirus, busca revancha. Compitió en 2016 contra el presidente Danilo Medina y el PLD, quedando en un lejano segundo lugar con 34,98% de los votos frente a 61,74% del actual mandatario.

Nieto de libaneses asentados en República Dominicana a finales del Siglo XIX, Abinader tiene empresas en el sector turístico, agrícola y cementero, agrupadas en una corporación llamada Abicor.

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Este político de hablar pausado está casado con Raquel Arbaje, quien le ha acompañado en toda la campaña, y tiene tres hijas.

Récord de contagios en el país

Las votaciones dominicales estuvieron marcadas por la pandemia de COVID-19, en medio de una explosión de casos en la isla caribeña. Los votantes acudieron a los centros de votación utilizando mascarillas y guardando dos metros de distancia en las filas.

Unos 7,5 millones de dominicanos estaban convocados a elegir presidente, vicepresidente, 32 senadores, 190 diputados y 20 representantes en el Parlamento Centroamericano.

La JCE aún no proclama formalmente a Abinader, que requiere 51% de los votos para ganar en primera vuelta.

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Las elecciones estaban inicialmente previstas para el 17 de mayo, pero fueron pospuestas debido a la pandemia.

Dominicana rompió el domingo su récord de número de contagios diarios, con 1241 casos reportados, según las autoridades sanitarias. El sábado, la cifra de casos diarios había superado por primera ocasión el millar.

El país, desde el primer contagio el pasado 1 de marzo, registra 37 425 casos y 794 muertes por COVID-19.

Un miembro de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), que viajó a la isla desde Washington, "dio positivo" por coronavirus y se encuentra "aislado", informó el ente continental en Twitter.

Las elecciones fueron supervisadas por 151 observadores internacionales.

No se vieron grandes aglomeraciones a lo largo de la jornada, meta trazada por la Junta Electoral frente a la pandemia.

Maribel Román, una asesora de negocios de 47 años que acudió a las urnas, comentó que el proceso fue "bastante fluido y muy bien organizado".

Las votaciones se desarrollaron con normalidad, a excepción de un incidente aislado que dejó un muerto y un herido en Santo Domingo, cuando una discusión derivó en "un tiroteo", informó la policía.

En elecciones previas en Dominicana se han registrado riñas políticas que terminan en violencia. En las municipales de febrero pasado, suspendidas por problemas técnicos, hubo dos fallecidos por disparos en Santo Domingo y Barahona (sur).

Desafío económico

La COVID-19 obligó a una declaratoria de emergencia nacional que estuvo vigente hasta el 30 de junio pasado.

El gran reto del nuevo gobierno girará en torno a la economía. Después de siete años de crecimiento en torno al 5% anual, el desafío será retomar ese dinamismo una vez pase la pandemia.

El nuevo coronavirus ha afectado una de las principales fuentes de ingresos del país, el turismo (8% del PIB), pues las fronteras se mantuvieron cerradas entre el 20 de marzo y el 30 de junio para frenar la propagación de la enfermedad.

En abril, el PIB registró una contracción de 29,8% sobre igual mes de 2019 debido al impacto de las medidas de confinamiento.

El gobierno entrante deberá igualmente afrontar el hartazgo por la corrupción, luego de que escándalos como los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht golpearan de lleno a Dominicana, que ocupa el lugar 137, entre 180 países, en el índice de Transparencia Internacional.

"Enfrentaremos los desafíos más difíciles de nuestra historia (...), la recuperación económica y recuperar la confianza en las instituciones democráticas", planteó Abinader. (I)