Considerada como una de las mariposas más grandes del mundo, la Attacus Atlas es originaria de las selvas de Malasia y llega a medir unos 30 centímetros de ancho por unos 25 de largo, es decir, treinta veces más grande que la mariposa promedio.

Uno de las características de este insecto es que la totalidad de su alimento y nutrientes son ingeridos durante la etapa larval. De adulta, la Attacus Atlas tiene su boca sellada, por lo que no se alimentará nunca durante su vida como una mariposa, se indica en un reportaje de Televisión Española.

Con este mecanismo, estas mariposas han sacrificado su longevidad por la mayor producción de crías.

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El único objetivo de estos insectos alados en su etapa adulta es reproducirse, dejar los huevos necesarios para garantizar una nueva generación y defender a las larvas de sus principales predadores que son las aves.

Por esta razón, esta mariposa ha evolucionado para que los extremos de sus alas se asemejen las cabezas de dos serpientes. Los depredadores naturales de los pájaros son estos reptiles en Malasia. Es por esto que también se la conoce como la mariposa serpiente.

Su vuelo es particularmente llamativo, ya que su peso es una gran dificultad a la hora de mantenerse en el aire con tan pesadas alas, por lo que generalmente planea junto a las corrientes de viento.

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Varios naturalistas han logrado confirmar que su función como adultas es simplemente asustar a los depredadores y mantenerlos alejados de las zonas ricas en larvas.

Sin embargo, la Attacus Atlas no es el único lepidoptero que ha evolucionado con estas características. Por ejemplo, la polilla Antheraea polyphemus, cuya oruga es el ser vivo que come más cantidad alimento en relación a su tamaño y peso de la naturaleza, se encuentra a medio camino y sus alas están comenzando a asemejarse a dos serpientes.

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Este tipo de mecanismo evolutivo se denomina mimetismo y podemos verlo en varias especies de pulpo e insectos. (I)