Doña Marcia clasifica con cuidado en diferentes gavetas de alimentos provenientes de donaciones de al menos 72 empresas y cadenas de supermercados. Pone los tomates, cebollas, choclos, aguacates por un lado y frutas por otro. Debe verificar que estén en excelente estado para que después puedan ser repartidos a comedores, iglesias, centros de cuidado infantil y de adultos mayores, e incluso de pacientes con enfermedades catastróficas. Doña Marcia trabaja como voluntaria, junto con otras 600 personas en el Banco de Alimentos de Quito. Este banco, que ya tiene 20 años de vida, abrió sus puertas este viernes 29 de septiembre para mostrar sus procesos, a propósito del Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos.