Una vez más, en el país se conforman mesas de diálogo para hallar soluciones a los problemas que afectan la sostenibilidad del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Las alertas se encienden especialmente sobre el futuro del fondo de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), porque los recursos para pagar a los jubilados se quedan cortos debido a que el número de afiliados no crece al mismo ritmo, entre otros factores.

A ello se añade la deuda histórica que arrastra el Estado con el IESS. A diciembre de 2024, según el Seguro Social, la deuda estatal sumaba $ 24.311,4 millones, por concepto del 40 % de pensiones jubilares, otros rubros y prestaciones de salud. De esa cantidad, alrededor de $ 7.000 millones son intereses.

Publicidad

El IESS y el Ministerio de Finanzas ya debían haber llegado a un consenso sobre esa deuda y el mecanismo de pago, de acuerdo a lo dispuesto en la última reforma a la Ley de Seguridad Social, publicada el 22 de julio de 2024, que dio un plazo de cuatro meses para resolver el asunto, el cual venció en noviembre. Sin embargo, el tema aún no ha sido zanjado.

También afectan al Seguro Social están las atenciones médicas que reciben los hijos menores de 18 años de los afiliados, que no están financiadas.

Las dificultades del IESS han desembocado en atrasos a pago de proveedores. Además, persisten inconvenientes en la atención a afiliados y pensionistas, quienes a diario se quejan por falta de medicinas o insumos médicos, así como complicaciones para obtener un turno.

Publicidad

La actual administración del Seguro Social lleva adelante un proceso de diálogo para elaborar una propuesta de reformas a la Ley de Seguridad Social.

En enero pasado, el presidente del Consejo Directivo, Eduardo Peña, comentó que en las condiciones actuales “el sistema no dura 40 años”.

Publicidad

La última propuesta para reformar al Instituto se presentó en julio de 2023, por parte de la Comisión Interdisciplinaria para Evaluar al IESS, que fue conformada por el Gobierno de la época y que contó con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Entonces se advirtió que el sistema de pensiones “es inviable”. Que presentaba “crónicos problemas de caja, y en cuestión de 2 a 4 años podría entrar en la incapacidad de honrar el pago de pensiones jubilares”.

Había 3,4 millones de afiliados activos, un número insuficiente para sostener a una población de 620.000 jubilados.

La situación no ha cambiado. Los problemas continúan, incluso se agravan, porque no se han implementado las reformas necesarias, comenta Rodrigo Ibarra, actuario y docente, quien participó en las mesas de diálogo que llevó a cabo la Comisión Interdisciplinaria de 2023.

Publicidad

Aunque la cantidad de afiliados ha subido a 3,8 millones, con corte a diciembre de 2024, el número de pensionistas crece en un mayor volumen, ya que superan los 700.000 (incluye a jubilados por el fondo de invalidez, vejez y muerte, así como pensionistas por riesgos de trabajo y del seguro social campesino). Según estimaciones del IESS, el número de pensionistas crece alrededor del 11 % cada año.

Apenas 3 afiliados financian a un pensionista, cuando lo óptimo es que 8 afiliados sostengan a un jubilado, algo que ocurría hace 20 años, explica Ibarra.

El desequilibrio por la insuficiencia de ingresos por aportes obligado al IESS a tomar de sus inversiones en el Banco de la Seguridad Social. Para 2025 el Seguro proyectó desinvertir $ 1.261 millones del Biess, ya que calculó gastar $ 6.918,6 millones en pensiones, según el presupuesto para este año, mientras los aportes de los afiliados solo rendirían $ 3.326 millones.

Este año el IESS pidió al Ministerio de Finanzas $ 4.4649,2 millones por concepto del 40 % y otros rubros; pero en el presupuesto fiscal se asignó $ 2.560 millones.

Rodrigo Ibarra señala que la falta de “decisiones urgentes” por parte de las autoridades de turno ha llevado a una acumulación de deudas que podría tener “graves consecuencias sociales y económicas”. Aunque se han discutido diversas reformas y ajustes, aún no se han implementado medidas efectivas.

Si bien el deterioro del fondo de salud merece una solución la “prioridad actual es salvaguardar el fondo de pensiones para asegurar el bienestar de los pensionistas”, recalcó.

“Hoy tenemos $ 7.000 millones por año de pago de las pensiones y apenas $ 3.300 millones de las contribuciones. Hay un desfase de $ 3.700 millones por año. La deuda que tiene el Estado en las circunstancias actuales es muy difícil de cumplir”, opinó el experto.

A criterio del economista Alberto Dahik, no basta con que el Estado, que no tiene dinero, pague la deuda al IESS. El sistema requiere una reforma urgente. (I)