“Impulsó la innovación de los sistemas de bombeo del sector camaronero, transformándose en un referente mundial de la ingeniería a través de la creación y fabricación de equipos hidráulicos que dejan muy en alto el nombre de Ecuador en el mundo”. Es la pequeña reseña que la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), en la Aquaexpo, dedicó en octubre del año pasado al empresario Riccardo Delfini Mechelli, fundador de Delta Delfini, una empresa ecuatoriana con sede principal en Guayaquil. Opera en fabricación de válvulas metálicas. En esa ocasión, Delfini fue condecorado por el sector.

Ese mismo año, por su trayectoria y contribución social-económica, el empresario también recibió el hoctorado honoris causa de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

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Delfini falleció el martes 25 de julio pasado, a los 83 años de edad, dejando un legado en la industria acuícola ecuatoriana y mundial. Nació el 5 de febrero de 1940 en Adís Abeba, Etiopía, antigua colonia italiana; sus padres fueron Enrico Delfini Incarnati, ingeniero civil, y Gabriella Mechelli Basili, maestra de escuela.

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Estuvo casado con María Elvira Matheus Ponce y tuvo tres hijos: María Elvira, Riccardo y Gabriella. Su formación profesional la realizó en Michigan Technological University de Estados Unidos. Se graduó de ingeniero eléctrico y realizó estudios de posgrado en física, ingeniería nuclear y matemáticas avanzadas, según un perfil que la CNA publicó en la edición de su revista Aquacultura en octubre del 2022 a raíz de su condecoración.

En Ecuador, su actividad profesional se inició en la Espol, donde fue profesor de Ingeniería Eléctrica en Potencia y Distribución y en matemáticas aplicadas. A los 26 años era director del Departamento de Ingeniería Eléctrica. Más adelante fue el promotor de la carrera de Ingeniería Electrónica.

En 1966 fundó la empresa de ingeniería Delfini & Cía. Ltda. (Delta), junto con su padre y sus hermanos Alfonso y Francesco. Su aporte al sector acuícola fue principalmente el diseño y fabricación de bombas de gran caudal y de equipos de refrigeración industrial para plantas de procesamiento de camarón.

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“Cuando en Ecuador se inició el desarrollo de la industria acuícola vimos la oportunidad de contribuir en el crecimiento de esta industria desarrollando equipos de bombeo de fabricación nacional. Para ese entonces las bombas que se comercializaban en el país eran todas de origen extranjero y Delta se propuso ofrecer al sector un equipo de altísima eficiencia diseñado para operar en agua de mar. En 1978 iniciamos la investigación bibliográfica y experimental para alcanzar ese objetivo, logrando ofrecer al mercado las primeras bombas en versión comercial a inicios de la década de los 80″, contó en esa ocasión Delfini a la revista especializada.

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Delfini consideraba como sus mayores logros el haber servido activamente al sector acuícola no solo en el desarrollo de equipos de bombeo de la más alta eficiencia y calidad, sino también el haber acompañado a muchos camaroneros en la tecnificación exitosa de sus fincas. Como resultado de la continua investigación en la mejora de las bombas Delta se han logrado eficiencias que superan el 90 %, esto ha resultado en un significativo ahorro energético y por ende económico al sector, según estimaciones de la CNA.

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Sin embargo, para el empresario también hubo desafíos que afrontar en el sector, uno fue durante la crisis de la mancha blanca, en la década de los 90, que afectó a todo el sector camaronero, a consecuencia de lo cual la demanda de equipos de bombeo se redujo significativamente en el mercado nacional.

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Sin embargo, gracias a la demanda del mercado internacional, en el cual Delta ya había incursionado para esa época, la compañía pudo sobrellevar este difícil periodo. Su empresa buscó incrementar las ventas en el mercado externo y poco a poco aumentaron las exportaciones de bombas ecuatorianas a otros países. Como resultado de este enfoque internacional, Delta tiene bombas operando en 26 países alrededor del mundo y las exportaciones de estos equipos representan entre el 40 % y 50 % de su producción.

Uno de sus últimos mensajes para el sector camaronero quedó inmortalizado en la publicación de Aquacultura: “Vivimos tiempos en los que, como pocas veces antes, el costo de la energía se ha vuelto un factor crítico que afecta la rentabilidad de las empresas a nivel mundial. Esta situación se ha agravado por lo que está ocurriendo en Europa en estos momentos. En este sentido, y en relación con el sector camaronero, debo destacar que la eficiencia de los equipos de bombeo tiene una importante incidencia en los costos de operación de las fincas”, manifestó.

Varias empresas y gremios lamentaron el deceso de Delfini. La Espol, la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), la Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal, Sector Metalmecánico Ecuatoriano (Fedimetal) y también la CNA, a través de su titular José Antonio Camposano, resaltaron la obra de Delfini. “Fue un honor haber conocido a un empresario modelo que destacó en el sector camaronero gracias a su ingenio, sapiencia y habilidad para desarrollar la tecnología de punta que hoy mueve a nuestra industria”, destacó en su cuenta de Twitter. (I)

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