Los subsidios de combustibles llegaron a $ 4.560 millones en 2022. Se trata de una cifra récord que duplica lo gastado en este mismo rubro en 2021, cuando fueron $ 2.214 millones. Mientras los subsidios de combustibles representan una fuerte presión fiscal, el proceso de focalización de dicho subsidio –que implica la exclusión del beneficio de quienes no lo necesitan– que fue pactado en las mesas de diálogo entre indígenas y Gobierno no parece tener una ruta despejada, ante la complejidad tecnológica y la necesidad de cambios en normativa, lo que genera un proceso pausado, no ágil.