El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, cumple sus primeros 100 días de gestión hoy. Aunque como profesional del derecho apoyó las luchas gremiales por la libertad de expresión (especialmente, durante el correísmo); ya como alcalde no esconde su molestia con ciertos artículos, como el publicado en el Resumen del 2021 de EL UNIVERSO, en el que se destacó la disputa que mantuvo con Jorge Yunda y se utilizaron distintas encuestas y testimonios.
“Solo vi una cronología, con opiniones de terceros y de un concejal. Me parece que no es apropiado y que hay elementos sesgados, de una encuestadora correísta”, dice al comenzar la entrevista concedida a este Diario el pasado 5 de enero, en su despacho. “En la nota tampoco se dice cómo recibí la administración”, reclama. Y prosigue con una lista de razones -todas apuntan a las administraciones anteriores, sobre todo a la de Yunda- por las cuales Quito enfrenta serios problemas de vialidad e inseguridad.
Luego de una disputa que tomó al menos siete meses en el 2021, usted finalmente fue posesionado el 30 de septiembre pasado. Han pasado 100 días de su gestión. ¿Cómo la evalúa?
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Es bastante positiva. El primer indicador importante es que la ejecución del presupuesto pasó del 38 % al 83 %, sin contar con el Metro. Esto significa haber invertido, cumplido. Segundo, más de mil funcionarios con contratos ocasionales fueron excluidos y hemos entrado a la compra de renuncias y jubilaciones, lo que significa $ 3 millones. Tercero, antes no había proyectos. Estamos de acuerdo en que la ciudad está llena de baches, de cráteres, porque en más de ocho años no se hizo mantenimiento, pero para intervenir se deben hacer estudios y recién en estos tres meses los hicimos y ya hay cinco procesos levantados. Además, sacamos un plan de intervención para agua potable y alcantarillado con el BID, por $ 221 millones; tenemos procesos por $ 3 millones para dotar de iluminación a más de 170 parques y suscribimos un convenio con la Empresa Eléctrica para otros 46; hemos podado 300 hectáreas de áreas verdes; (en el Municipio) se necesitaban laptops y 12 empresas presentaron ofertas para esta dotación… Esos son indicadores de toda la confianza que tiene el sector privado. Obviamente, en estos tres meses no podemos tener la ciudad que todos soñamos. Para ese cambio, se deben llevar procesos apegados a la ley.
¿Y la casa está ya en orden?
Están nombrados los secretarios y gerentes. Han sido evaluados y algunos han sido sustituidos. Pero el poner la casa en orden implica revisar la documentación, realizar las contrataciones…
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Usted ha explicado que se deben seguir los procesos y la ley, pero la ciudadanía exige soluciones y obras, más aún luego de un 2021 marcado por la disputa política.
Las va a haber. Los procesos están levantados y aunque no van a ejecutarse en enero o febrero, sí estarán en marzo. En marzo se verá la maquinaria en toda la ciudad de Quito. Y le repito lo que dije cuando asumí: Yo no tengo una varita mágica para hacer un cambio en tres meses. No es como en el sector privado, donde saco mi dinero y mañana cambio los focos. Eso no es posible, porque (en el sector público) hay que cumplir los procedimientos que la ley establece. En marzo, abril, ya se verá otra situación.
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Impuesto predial y tasas
Alcalde, los quiteños pagan la tasa de seguridad y la Contribución Especial por Mejoras (CEM) junto al impuesto predial…
Tengo el corte. En este momento, a las 18:00 del 5 de enero, hemos recaudado $ 5,9 millones por el impuesto predial. A esta misma fecha, el año pasado había $ 4,4 millones; en 2020, $ 2,9 millones; 2019, $ 5,3 millones. Es una buena noticia, porque la gente confía en el Municipio.
Pero la gente también se queja de un alza injustificada.
Primero, el impuesto predial está en iguales términos, se ha mantenido. Obviamente, en algunos casos hay correcciones, unos predios pasan de rural a urbano y viceversa, y otros no estuvieron graficados en el catastro. En el 70 % (de casos) el valor es idéntico y en el 30 % hay una modificación, pero no es un alza. Luego está la Contribución Especial de Mejoras, por obras que se hicieron en el barrio -por ejemplo, un parque- y en el Distrito Metropolitano.
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El reclamo mayor es por esa contribución especial.
Si alguien vive en un barrio donde se hizo un parque, todos los beneficiarios de esa obra tienen que pagar. Y hay obras del Distrito Metropolitano que tienen incidencia en toda la ciudad y que las pagamos todos, a 10, 15 años.
Entonces, ¿no es cierto que haya un incremento exagerado?
No. Yo he preguntado (a los funcionarios del cabildo) y me dicen que el incremento es de $ 10 o $ 15. La gente puede hacer una comparación entre lo que paga ahora y el año anterior.
Le leo este mensaje de Twitter, que condensa muchos de los que circulan en las redes. “El Municipio de Quito me ha subido el impuesto predial más del 50 % (están incluidos los rubros de mejoras). Y mi barrio tiene todas las vías destrozadas. ¿Quién se queda con nuestro dinero?”. Alcalde, ¿qué le responde a este ciudadano?
Es lo que digo: unas son obras que todos pagamos. Por eso puede haber un incremento.
La contribución especial se paga por una obra de gran envergadura realizada hasta el año anterior. Dígame, alcalde, ¿cuál es la gran obra ejecutada en 2021 por la que los quiteños deban pagar una mayor contribución?
Habría que ver en la respectiva tarjeta (la planilla del pago)… Sin duda, todos estamos pagando por la Ruta Viva.
La Ruta Viva es del 2014. ¿Alguna obra de importancia que se haya ejecutado en 2021, un año de disputas políticas, y que justifique un pago adicional de los ciudadanos?
No he visto… O sea, la gran obra que hay es la Ruta Viva. Y, seguramente, si no tuvimos grandes obras en 2020 y 2021 fue producto de la administración anterior (de Jorge Yunda).
¿Qué le diría al contribuyente, que debe pagar estos impuestos y que, según lo ha reconocido el propio Municipio, tiene el 80 % de las vías destrozadas?
Que está pagando por las obras que se hicieron en 2016, 2015… Están pagando por obras del pasado, no por obras nuevas.
¿Cuándo habrá obras nuevas?
En este año vamos a tener repavimentación, Metro, un paso a desnivel… La ciudad va a tener un cambio y van a tener que pagar por eso.
Otro de los rubros que se cobra es la tasa de seguridad. Es similar: se paga un impuesto por algo que no se tiene.
Hay que aclararlo: la seguridad le compete al Gobierno nacional y a nosotros, el espacio público. Y, sin embargo, contribuimos con iluminación, cámaras, alarmas, motos para la Policía, rehabilitación de las UPC y UVC (unidades policiales comunitarias).
¿Eso se financia con la tasa de seguridad?
Claro. ¿Cómo vamos a rehabilitar los parques o a comprar motos? Con la tasa de seguridad.
Lo positivo es que, por lo que ha dicho, en marzo ya habrá parques iluminados en Quito.
No he dicho que todos. Tenemos alrededor de 2.400 parques.
¿Qué porcentaje de los parques estará iluminado?
Ojalá lleguemos a 10 %, 15 %, 20 %.
¿No es muy bajo ese porcentaje para reducir la inseguridad?
Es que no solo podemos invertir en iluminación, sino también en motos, en las UPC, luz, agua… Todo eso se cubre. Mire, estamos actuando con los vendedores, con los comerciantes no formales, les estamos dando espacios, hemos hecho convenios con más de 700 comerciales para que vayan a regularizarse…
Centro histórico
A propósito de la regularización de vendedores informales. En su primer día como alcalde dijo que intervendría el centro histórico, que es un caos por la contaminación, las ventas informales, los robos, etc. ¿Qué resultados hay de esa intervención?
Positivos. El centro de Quito está recuperado.
¿Está recuperado?
Totalmente.
Discúlpeme que le insista, alcalde: ¿usted asegura que el centro de Quito está recuperado?
En una buena parte. No es en su totalidad.
Me acaba de decir que está “recuperado totalmente”.
Es que usted debe comprender que el centro histórico tiene varios problemas: comerciantes regularizados y no regularizados, trabajadoras sexuales, personas en calle, drogadictos, ebrios… Entonces, se debe entrar primero a un proceso de socialización, de decir (por ejemplo): “señor, le vamos a reubicar, la decisión del alcalde es que usted no esté aquí, sino en el albergue, en el mercado, en un espacio que le va a dar el Municipio”. Primero, hay que socializar.
Entonces lo que se está haciendo es reconocer y abordar un problema, lo que no significa haber recuperado el centro de Quito.
A ver, un ratito. Aquí ya no están vendiendo (los informales); los que están son los que tienen autorización.
¿Se refiere a los alrededores del Municipio?
En el centro histórico.
Dos cuadras más arriba (le señalo con el dedo, en dirección a El Tejar), en este momento, hay cualquier cantidad de vendedores informales.
No es un problema del Municipio, es un problema estructural del país. Al señor que está en las calles, al mendigo que está borracho, le digo que en lugar de estar así vaya a los albergues del Municipio; el señor va, se baña, come y al otro día está borracho otra vez (por) ahí. No es que mañana el señor dejó de ser borracho o las drogas. ¿Qué viene? Un proceso de rehabilitación, con psicólogos, etc. No es un proceso de la noche a la mañana, sino integral.
El centro histórico, que es una joya para atraer el turismo, es un caos en el día y luce abandonado en la noche. ¿Cómo intentar un equilibrio?
Justamente, desde las fiestas de Quito, con los metropolitanos, la Policía y la iluminación logramos que esté abierto de manera permanente. Así la gente va a regresar. Hay que ganarse el espacio público. Todo esto hay que ir enfrentando. El problema es que no lo hicieron las administraciones anteriores.
El Metro
¿Le sigue quitando el sueño el Metro?
Por supuesto. Aquí hay dos conceptos: el de operar (el tren) o que sea un servicio de transporte público. Para operarlo, mañana solo se mueven los trenes. Lo otro es que los ciudadanos tengan un servicio de transporte seguro, eficaz, de calidad. Lamentablemente, en su momento, no se tomaron decisiones en cosas elementales: la tarjetita para entrar, que es el sistema integrado de recaudo; el sistema de información al usuario, el cerebro conectado a toda la operación… No había nada. Todo eso faltaba.
¿Usted resolverá todo eso hasta fin de año, tal como lo anunció públicamente?
Hasta finales de año. Tenemos un estructurador técnico. ¿Qué hago si no sé del Metro? Voy y contrato a los técnicos externos, de Catalunya, que dirán “usted debe tener estos contratos para operar, para mantenimiento, seguridad, limpieza…, necesita estos parámetros”. Eso no había. La próxima semana vienen los expertos a entregarnos una parte de los documentos en los que nos dicen “vea señor, si usted quiere contrate con Juanito o con quien le dé la gana, pero estos son los documentos que necesita y estos son los contratos que tiene que firmar”.
La guía de lo que hay que hacer.
Ya tengo el estructurador, ya tengo los documentos, que era lo fundamental. Y, ahora sí, voy a sacar un concurso público (para saber) quién quiere hacerse cargo bajo tales parámetros.
¿Bajo qué modelo de gestión?
Vamos a tener un operador externo. No es como muchos ecuatorianos dicen que “sí podemos”. No, no podemos. Nadie sabe aquí (sobre metros). Entonces, tengo que contratar a un especialista.
¿Con licitación?
Exacto. Nada a dedo. Ya nos traen la primera parte de la documentación y a finales de enero tendremos todo. Luego vamos a la siguiente fase, la de saber quién va a operar el Metro y comienzan las pruebas. ¿Cuándo estará todo? En el último trimestre del año.
¿En diciembre?
No quiero decir el mes o la fecha como lo han hecho otras administraciones. Que el 10, el 13, inaugura el uno, inaugura el otro…
¿Como los exalcaldes Mauricio Rodas y Jorge Yunda que hicieron rodar a los trenes para tomarse la foto?
Exactamente.
La pandemia
¿Qué medidas específicas tomará para enfrentar esta etapa de la pandemia (variante ómicron)?
El mundo entero nos dice cómo han logrado detener el virus: con vacunación. Es un logro del Gobierno nacional, pero nosotros hemos aportado con puntos fijos de vacunación. Tres unidades del Municipio han estado todo el tiempo (para vacunación), abrimos en las terminales terrestres, tenemos convenios con centros comerciales y brigadas móviles, hacemos un seguimiento de control epidemiológico con la gente de los barrios, el COE Metropolitano se está reuniendo quincenalmente… Todavía tenemos una alerta naranja, aunque nos han dicho los expertos que es muy probable que, tal como pasa en todo el mundo, el pico de contagios llegue en la última semana de enero o la primera de febrero. A lo mejor nos toque pasar a color rojo, con las restricciones que ello implica.
¿Confinamiento?
Llegar a un confinamiento es acabar con la reactivación económica, pero tenemos que tomar las precauciones para la vida de nuestros habitantes.
Elecciones
Alcalde, le queda poco tiempo en el cargo (16 meses) y a la ciudad, muchos temas pendientes. ¿Piensa lanzarse como candidato para el período 2023-2027?
Yo me preocupo por todo lo que pueda poner en marcha a la ciudad, para que cualquier alcalde que venga no la encuentre destruida, hecha pedazos.
¿No hay acercamientos con organizaciones políticas? Algunos concejales ya están en esas conversaciones.
Si yo hubiese pensado en la reelección, ¿para qué me voy a ocupar del centro histórico y de los comerciantes?, ¿para qué de las medidas de restricción? Si quisiera volverme populista, me dedicaría solo al Metro o a la vacunación.
¿Y si no alcanza a cumplir sus objetivos en el corto tiempo que le queda?
Tengo todo previsto para cumplir los objetivos que le he dicho a la ciudadanía en el 2022.
¿Jorge Yunda ya es historia?
Por supuesto. Yo estoy enfocado en la ciudad, en dar solución a sus complejos y estructurales problemas. No estoy en una reelección ni en hacer propaganda.
Al finalizar la entrevista, Guarderas se muestra amable y subraya que en el poco tiempo que lleva en funciones ha podido reactivar al Municipio. Destaca el esfuerzo que conlleva cubrir, con recursos limitados y con el 60 % de la maquinaria convertida en chatarra, entre 4.000 y 5.000 baches cada semana. (I)