‘Preocupa que se hayan ofertado muchas obras en últimos cuatro años y que sean pocas las que se cumplieron’, dice Álvaro Castillo, alcalde de Ibarra

Ibarra

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Álvaro Castillo, alcalde de Ibarra, regresa a la municipalidad después de cuatro años, tras su primera derrota frente a la primera mujer alcaldesa de esta ciudad, Andrea Scacco, quien fue parte de su administración como concejala.

Nació en Loja, pero ha vivido la mayor parte de su vida en Ibarra. Él dice que es posible cambiar a la ciudad que tanto quiere.

Advierte que la experiencia le ha enseñado a no emitir criterios antojadizos, ni basados en números, ante un probable endeudamiento que podría heredar de la administración anterior, sin embargo, tiene claros los propósitos y proyectos que impulsará bajo el eslogan: “Nuestra gente, nuestro cantón”.

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Comenzó a recuperar alianzas con la cooperación internacional, aspira a convertir al Municipio en un gobierno accesible a la ciudadanía y rescatar su imagen. La planificación -dice- marcará una hoja de ruta hacia el progreso.

Las tres primeras semanas de mandato han estado dedicadas a mantener reuniones con ministros, cooperantes y con diferentes instituciones, barrios, organizaciones y gremios. Espera en junio y julio socializar su plan de trabajo y escuchar sugerencias de la ciudadanía, visitando y manteniendo un estrecho diálogo con los habitantes.

¿Cómo recibió el Municipio de Ibarra?

Preocupa que se hayan ofertado muchas obras en los últimos cuatro años y que sean muy pocas las que se cumplieron. Hay problemas en las iniciadas en los años 2018 y 2019, que fueron relegadas a segundo plano, quedando inconclusas y suspensas por temas financieros. Ahora la gente nos está presionando para que las retomemos.

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¿Existen contratos de última hora?

Varios.... Hemos notificado a los contratistas y les hemos indicado que hay falencias en los estudios, sorprende que de diez contratos uno está en ejecución, por lo que decidimos suspender nueve por estudios incompletos. Estas contrataciones van a crear desfases en el área financiera y posiblemente problemas legales.

El anillo sur de Ibarra es un proyecto que planteó en su primera administración, ¿consta en la presente agenda?

En cuatro años no se ha avanzado, pese a que firmamos en el 2016 un convenio con el Banco Mundial, que permitió construir 12 km con una inversión de $ 27 millones, el acuerdo incluía esta obra vital. Estoy solicitando al Banco Mundial extienda el crédito y así aprovecharlo en su totalidad.

¿Qué gestiones viene realizando para acceder a recursos externos?

Con la Cooperación Koreana estamos concretando los estudios con fondos no reembolsables para la construcción del parque industrial, nuevo Mercado Mayorista y Mercado de Comercio Minorista. Además, se realizarán los estudios para el control de inundaciones en Ibarra y la terminación del programa Pesillo - Imbabura que beneficia a cinco cantones y a 250.000 usuarios de agua de Imbabura y Pichincha. Esta propuesta la pusimos en marcha con la Agencia Francesa de Desarrollo, con una inversión de $ 52 millones, de los cuales $ 35 millones no son reembolsables.

¿La muerte cruzada ha generado algún inconveniente?

Diría que sí, logramos la aceptación de Darío Herrera, exministro de Transporte y Obras Públicas, para construir un puente de 400 metros luz, en el ingreso norte de la E 35, a la altura de Yaguarcocha, con fondos municipales ($ 20 millones) y del Gobierno ($ 37 millones), que acabaría con el problema de congestión, provocada por la circulación de 8.000 a 12.000 automotores diarios que vienen desde y salen hacia Colombia y el Carchi. Lamentablemente, con el cambio de autoridad es posible que se dilaten las negociaciones. Sin embargo, confiamos en el nuevo ministro y en el régimen para apostarle a esta obra que tiene un costo de $ 57 millones.

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¿Es un proyecto que debería ejecutar el Ejecutivo?

Así es, pero al tratarse de una demanda urgente que requiere de una inversión alta, pensamos que sería la mejor alternativa cofinanciarlo. El paso lateral que conecta con el anillo norte ofertado años atrás por el MTOP tiene un costo de $ 80 millones y ellos dicen que no tienen los recursos.

A propósito, ¿qué avances registra el paso lateral?

Está abierto, expropiadas las viviendas que circundan la vía, y lastrado, pero el Gobierno ha señalado que no cuenta con el dinero. Esta obra quedó suspensa por el alto costo del puente sobre el río Tahuando, valorado en $ 56 millones, por eso proponemos la construcción conjunta del ducto sobre 400 metros, iniciativa que es viable.

¿Cómo recuperarían la inversión de $ 20 millones que sería la contraparte municipal?

Vamos a recuperar la inversión vía concesión de ese tramo entre Salinas y Yaguarcocha o cobrando un peaje a los vehículos de carga internacional, los ibarreños no pueden esperar más para solucionar este problema de movilidad.

En el tema ambiental, la laguna de Yaguarcocha está amenazada, ¿su administración qué propone?

Hay un perfil de proyecto con especialistas ibarreños en recursos naturales y temas ambientales, que plantea el salvataje de la laguna, con base en la industrialización de los lodos del dragado que podrían ser transformados en abono agrícola. Existiría además una consultoría sobre el plan de manejo contratada por la Alcaldía anterior que todavía no la hemos revisado a profundidad. En nuestra primera administración con técnicos municipales llegamos a la conclusión que debe dragarse 5 millones de metros cúbicos de lodo y reforestar 400 hectáreas que circundan la laguna, ya que la erosión producida por las lluvias conduce la tierra fértil al fondo de este patrimonio natural. Hay que construir además un gran sedimentador en la principal acequia ante la falta de mantenimiento, y buscar agua en grandes volúmenes para generar un recambio. Dragando y sacando el lodo dejará de producir cianobacterias, que son las que consumen el origen del agua y le dan la coloración verde que hoy predomina en el espejo del agua.

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¿La inseguridad es uno de los temas que preocupa a los ibarreños?

Firmamos acuerdos con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas para fortalecer la logística y operatividad. Convocamos a la primera reunión del Consejo de Seguridad Ciudadana, donde replanteamos la base legal municipal para invertir y colaborar con las fuerzas del orden.

Estamos planteando que el Cuerpo de Agentes de Control Municipal realicen tareas de prevención, disuasión, control y vigilancia del espacio público, esto bajará la carga a la institución policial, para que efectúe acciones de investigación e inteligencia, que posibilitaría desarticular las bandas delictivas que operan en la ciudad y el cantón.

El plan de adoquinados dicen que le pasará factura a los beneficiarios, ¿qué tan cierto es aquello?

Contrataron un programa de 20 km para adoquinados y asfaltados por $ 8 o $ 10 millones, a través de un endeudamiento con el Banco del Estado, pero no hicieron la tarea completa, no informaron a la gente cuánto tendrá que pagar por estas obras. En nuestra primera Alcaldía los vecinos colocaban $ 400 correspondiente al adoquín o asfalto y la Municipalidad financió el resto. Hoy los barrios deprimidos tendrán que pagar entre $ 2.000 y $ 3.000 por casa en siete u ocho años, por la cobardía de no haberle hablado claro a nuestra gente, siendo esta una dura herencia que nos dejan.

Los proyectos prioritarios en este primer año, ¿cuáles serán?

El sistema de alerta temprana de video y vigilancia para la Policía Nacional, los estudios definitivos para el control de inundaciones en Ibarra, apoyo e impulso al emprendimiento frente a los coletazos y desempleo que deja la pandemia, y buscar una solución a Yaguarcocha.

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En política, usted fue director nacional de Avanza, ¿considera que la muerte cruzada fue una decisión acertada?

La gente en las calles apoya la determinación y siento que estamos más tranquilos. Los ecuatorianos ya no soportaban al legislativo. Esperemos que esta nueva elección cambie la dinámica en la Asamblea Nacional con base a una buena decisión del electorado.

¿Qué cree que buscaba la destitución del presidente Guillermo Lasso?

Acortar su periodo, convocar a nuevas elecciones y aprovechar la frescura de los resultados de las últimas elecciones seccionales.

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El tiempo es muy corto para la promoción de los candidatos de las elecciones anticipadas. ¿A quién favorecerá?

Pienso que a quienes estuvieron como aspirantes a prefectos o alcaldes que no lograron llegar a esas dignidades, es importante señalar que están frescos y vivos en la retina de los electores. (I)