La reserva Cazaderos se encuentra dentro del bosque tropical seco, que es uno de los ecosistemas más amenazados a nivel mundial. De acuerdo a las investigaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en Ecuador se estima que más del 60 % de su área ha sido destruida por actividades humanas, especialmente agricultura y ganadería.

“El bosque seco se caracteriza por una estacionalidad bien marcada, donde ocho meses al año la vegetación pierde sus hojas debido a la ausencia de precipitaciones durante la época seca”, detalla Darwin Martínez, coordinador de la reserva Cazaderos.

Esta zona está llena de especies que solo se pueden encontrar en este tipo de bosque, como el colibrí de Tumbes, tórtola melódica, perico macareño, picolete ecuatoriano. Además, también se encuentran anfibios como la rana nodriza, sapo bocón, rana arborícola; reptiles como la boa, cocodrilo de la costa, iguanas, serpiente látigo; mamíferos como el lobo de sechura, hormiguero, puma y el venado de cola blanca. “Muchas de estas especies se encuentran dentro alguna categoría de amenaza”, explica la técnica de Proyectos de Naturaleza y Cultura Internacional Stefany Vega.

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Los monos aulladores

Mono aullador. Fotografía: Leonardo Paz Foto: leonardo paz

Esta especie de monos lleva su nombre porque emite una de las vocalizaciones más fuertes de la naturaleza, así lo explica Felipe Alfonso, de Proyecto Washu. “Sus aullidos pueden escucharse fácilmente a kilómetros de distancia, para comunicar a otros grupos de monos aulladores su ubicación, lo que evita que luego tengan encuentros entre ellos”.

De acuerdo a Nathalia Fuentes, de Poyecto Washu, los monos aulladores de manto dorado son uno de los primates más grandes de Latinoamérica: pesan alrededor de 7 kg cuando son adultos. Tienen su pelaje negro casi en todo el cuerpo, mientras que en los costados poseen una franja de pelos de color amarillento blanquecino que con la luz del sol adquiere una tonalidad dorada.

Los monos aulladores viven en grupos de hasta 30 individuos. “Su dieta es principalmente folívora, se alimentan más que todo de hojas, pero también de frutos. Gracias a esta dieta, los monos aulladores cumplen un rol importante dentro del ecosistema como dispersores de semillas. Cuando se desplazan por su territorio, expulsan las semillas que han tragado, de esta manera dispersan las semillas que se convertirán en nuevas plantas y árboles”, agrega Fuentes.

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En el bosque seco, la extracción de madera, incendios forestales, además del pastoreo de ganado caprino y bovino —una de las principales fuentes de ingreso de los pobladores— han ocasionado la destrucción y fragmentación de los bosques, obligando a los monos aulladores a habitar en áreas más alejadas y pequeñas donde existe un mejor bosque. Sin embargo, durante el recorrido realizado por la NCI se pudo observar una población sana, con crías y hembras en estado de gestación.

La especialista Vega destaca que se debe realizar un trabajo integral con la vinculación de las comunidades locales a través de diferentes esfuerzos de conservación, en ejes como la educación ambiental, conectividad de áreas naturales, recuperación y reforestación de áreas degradadas. Además de alternativas económicas para las poblaciones locales, quienes dependen directamente de los recursos naturales del bosque.(I)