Dentro de la ruta de volcanes que los excursionistas tienen en su agenda para explorar aparece el Antisana. Ubicado a unos 50 km del sureste de Quito, el volcán Antisana es un sitio que los excursionistas ven con respeto y admiración.

Hasta hace algunos años era de difícil acceso, pero ahora tiene más áreas que permiten visitar desde la capital.

Este fin de semana, tres excursionistas perdieron la vida, al parecer, al caer en una grieta del volcán. El Cuerpo de Bomberos de Quito rescató los cuerpos.

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Luis Almachi, de 33 años, Tatiana Chiguano, de 35, y Dayra Iza, de 10, son las víctimas.

Dayra Iza, la pequeña que conquistó las cimas del Cotopaxi y el Cayambe, murió en el volcán Antisana

“La actividad volcánica, el paso y retroceso de los glaciares y la evolución han creado en su territorio paisajes impresionantes y una vida silvestre muy diversa”, según datos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Tiene un rango altitudinal que oscila entre los 1.400 y 5.758 metros. Los cuerpos de los excursionistas fueron hallados a más de 4.000 metros del volcán.

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El Antisana tiene un rango altitudinal que oscila entre los 1.400 y 5.758 metros. Tomado de Facebook de Lenin Almachi Foto: El Universo

Los glaciares del nevado, parte de sus atractivos, son fuente de agua para comunidades.

En la zona hay páramos y bosques andinos orientales. Como espejo del volcán está la laguna de la Mica, de donde viene parte del agua de la ciudad de Quito.

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Según datos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, a más de la laguna, hay zonas pantanosas donde el agua se anega en época lluviosa, formando lagunas estacionales como la Santa Lucía o la Mauca Machay.

Tres excursionistas fallecieron al caer en grieta de volcán Antisana

En la reserva nacen los ríos que luego se deslizan por las laderas orientales y van a alimentar los ríos Coca y Napo; en el valle del Tambo hay aguas termales.

Conocedores de esta montaña han indicado que la excursión, al igual que otras cumbres, demanda esfuerzo y experiencia.

Una gráfica del volcán Antisana. Tomado de Facebook de Lenin Almachi Foto: El Universo

El Antisana es una montaña mística, muy técnica, de mucho respeto y admiración, señalan unos montañistas.

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Quienes han estado en el lugar dicen que para llegar a la cumbre hay que pasar por una serie de grietas, pasos expuestos y hasta a veces pequeñas tormentas.

Otros refieren que la cumbre del Antisana requiere un ascenso técnico y un descenso cuidado con muchísimas grietas.

Pero estar allí, en la cumbre, es uno de los espectáculos más impresionantes por el paisaje que se puede contemplar.

En redes sociales hay personas que cuestionan si una niña de 10 años estaba lista para estar allí y si estaba preparada con las técnicas que requiere la incursión.

Montañistas que conocieron a la menor han indicado a su vez que ella estaba con la tía y un guía. Además, ella ya había tenido experiencias en Cotopaxi y Cayambe.

El Instituto Geofísico define al Antisana como un gran estrato de volcán compuesto, potencialmente activo, cubierto por glaciares y ubicado en la cordillera Real del Ecuador.

Según el IG, se reconocen dos edificios volcánicos en el Antisana: el Antisana I, que es un edificio viejo y erosionado ubicado en la parte oriental del complejo, y el Antisana II, que representa el edificio joven potencialmente activo.

De los datos que se tienen se puede indicar que el Antisana II habría experimentado una actividad eruptiva regular desde hace más de 14.000 años, registrándose al menos 40 erupciones pequeñas a moderadas en este periodo de tiempo. Este tipo de actividad se habría detenido hace aproximadamente 1.000 años o al menos no se tiene un registro geológico claro de actividad más reciente.

En el periodo histórico se presume que han ocurrido al menos cuatro erupciones: 1590-1600, 1760, 1773 y 1802. Sin embargo, debido a la situación remota del volcán no existen relatos detallados, según el IG. (I)