Este lunes, 11 de marzo, al mediodía, Paola Roldán partió de este mundo, pero su espíritu dejó una huella imborrable en quienes la conocieron. Antes de su partida, dejó claros sus deseos para su despedida, marcando así un último gesto de amor y preocupación por sus seres queridos.
La mujer de 42 años, que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), fue quien logró impulsar la despenalización de la eutanasia en Ecuador.
Una familiar muy allegada a Paola, comentó a este Diario que ella no quería que su despedida fuese un evento sombrío en un camposanto, con vestimenta oscura y lágrimas desconsoladas. Más bien, deseaba que fuera una celebración de su vida, una ocasión para recordarla con alegría y gratitud por todo lo que compartió con quienes la rodearon.
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Con ese fin, la despedida de Paola se realizará este miércoles, 13 de marzo, en una hacienda ubicada en la parroquia de Pifo. El lugar elegido está rodeado de naturaleza, con árboles y espacios abiertos donde los niños podrán jugar, tal como ella deseaba.
Se decorará con rosas de viento de colores.
La hacienda Balbanera es un lugar familiar y cercano a Paola, será el escenario de este encuentro íntimo y reservado. Solo se permitirá la presencia de familiares y amigos más allegados, quienes compartirán anécdotas, risas y momentos que honren la memoria de Paola.
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Uno de los aspectos más destacados de la despedida es la petición de que los asistentes no vistan de negro. Para ella, la muerte no era un final trágico, sino una transición hacia algo más grande.
“Paola enseñó a quienes la conocieron a ver la muerte como parte natural de la vida, y a enfrentarla con serenidad y aceptación”, expresó la fuente que pidió mantener su nombre bajo reserva.
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Finalmente, se anunció que la partida de Paola Roldán fue tranquila y serena, como ella misma deseaba. Antes de su último suspiro, expresó su amor y gratitud a sus seres queridos, dejó un mensaje de paz, y murió. (I)
