En el Hospital Pediátrico Baca Ortiz de Quito se realizó exitosamente una corrección de un caso de atresia de esófago en un bebé de solo 19 días de nacido, utilizando una técnica mínimamente invasiva a nivel de tórax (toracoscopia) que, a pesar de su alta complejidad, ha demostrado ser altamente eficaz, indica el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Esta condición congénita afecta el esófago, impidiendo el paso de alimentos desde la boca hasta el estómago y requiere atención inmediata para asegurar la vida y bienestar del paciente. La atresia de esófago es considerada una enfermedad rara, con incidencia de 1 de cada 3.500 nacidos vivos.

Esta cirugía fue liderada por el doctor Álvaro Zurita, cirujano pediátrico de esa casa de salud, con el apoyo de anestesistas, neonatólogos y enfermeras especializadas, realizando la unión de los extremos del esófago que no se encontraban conectados.

Publicidad

Gracias a la toracoscopia se obtiene una visión directa y ampliada del área afectada a través de pequeñas cámaras, lo que mejora la precisión de la reparación para permitir una visualización detallada de las estructuras esofágicas.

Además, el bebé experimentará menor dolor postoperatorio, cicatrices mínimas y una recuperación más rápida. Esto no solo salvará su vida, sino también mejorará su calidad de vida a largo plazo, informa el MSP.

Se agrega que cada año, los especialistas en cirugía pediátrica llevan a cabo alrededor de 10 procedimientos similares, lo que resalta la importancia de contar con un equipo altamente capacitado y experimentado en este tipo de intervenciones.

Publicidad

Esta cirugía implica una técnica muy especializada. Sin un procedimiento oportuno y adecuado, el paciente puede perder la vida”, comentó Zurita, quien enfatizó la importancia del diagnóstico temprano y la intervención quirúrgica por parte de un equipo especializado.

Actualmente, el paciente se recupera satisfactoriamente en nuestra unidad de neonatología, donde recibe el cuidado postoperatorio pertinente. (I)