Dos son los predios que forman parte del complejo arquitectónico del Hotel Quito: el uno conformado por el hotel y las piscinas; el otro, por los estacionamientos y los jardines.
Según el informe presentado por el secretario de Hábitat y Ordenamiento Territorial, José Morales, el predio del Hotel Quito sí presenta una valoración patrimonial de 32 puntos, que lo coloca en la categoría de parcial.
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En esta categoría están todas las edificaciones por cuyo valor patrimonial pueden ser modificadas con el fin de mejorar sus condiciones habitables o de uso.
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Por otra parte, el terreno que contiene los estacionamientos y jardines no tiene ninguna puntuación como patrimonio y estaría considerado en la categoría de bien sin protección.
El reglamento del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) para la valoración de este tipo de bienes cuenta con unas fichas patrimoniales que consideran ciertos parámetros para catalogar como patrimonio o no a una edificación.
Entre lo que valora se cuenta con la antigüedad de la infraestructura (8 puntos), la parte estética formal (3 puntos), la tipología funcional (5 puntos), lo técnico-constructivo (3 puntos), el entorno urbano natural (3 puntos) y lo histórico-testimonial-simbólico (10 puntos).
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El secretario Morales añadió que, de acuerdo con el instructivo del INPC, no existe ficha para calificar a predios sin edificaciones, y es lo que ocurre con el predio de los parqueaderos y jardines del Hotel Quito: no hay ninguna estructura que se pueda valorar.
Como parte de este informe, José Morales también aclaró que, desde 1957, fecha desde la cual existe la documentación histórica, nunca se unificaron los dos predios; siempre fueron tratados como dos terrenos distintos.
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No dejó a un lado el hecho de que, según el inventario de Patrimonio Cultural Nacional, registrado el 28 de diciembre de 2020, el predio correspondiente al hotel y las piscinas está declarado como bien patrimonial y solo puede ser rehabilitado, mas no modificado o destruido. (I)