El 24 de mayo de 1922 se celebraba el primer centenario de la batalla del Pichincha. Y como parte de las actividades festivas de esa época se fundó un barrio que tenía construcciones actuales (para la época), estas viviendas eran chalés o casas de fin de semana de las familias de la élite quiteña, quienes salían del centro histórico a distraerse en este sector.