Han pasado 308 días desde la desaparición de María Belén Bernal en el interior de la Escuela de Policía Alberto Enríquez Gallo, en el norte de Quito. Diez días después, el cuerpo fue encontrado sin vida en el cerro Casitagua.

De aquello pasó una serie de plantones, marchas, procesos judiciales y la sentencia para el culpable del femicidio; sin embargo, según la familia, recién ahora empiezan a sentir la ausencia de la abogada quiteña.

Elizabeth Otavalo, madre de María Belén, ha sido durante varios años una servidora pública, conocida por la cercanía con instituciones públicas y movimientos sociales. Pero desde que desapareció su hija encabezó la lucha contra instituciones del Estado para reclamar por la ubicación y luego justicia por la muerte a manos del esposo de Bernal, el exteniente de Policía Germán Cáceres.

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Cáceres se declaró culpable del asesinato de su esposa, en una nota de voz que grabó la víctima en su celular se logró escuchar cómo en 40 segundos el oficial acabó con la vida de su cónyuge, aplicándole una llave en el cuello. Eso después fue confirmado por la autopsia que reveló que María Belén Bernal murió por asfixia y estrangulamiento.

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El autor material, luego de ser capturado en Colombia, tuvo su audiencia de juzgamiento y recibió una sentencia de 34 años y 8 meses de cárcel, otro policía procesado fue declarado inocente y se dictaron varias medidas de reparación integral.

Todas estas decisiones han sido apeladas por diferentes actores y serán analizadas por la Corte Provincial de Pichincha.

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Mientras se daba toda la investigación, recursos judiciales, pericias, marchas, plantones, ruedas de prensa y reuniones, Elizabeth Otavalo afrontaba otro juicio, el de la patria potestad de Isaac, su nieto, quien quedó en la orfandad por la muerte de Bernal.

Su padre biológico es militar, Isaac no se ha criado con él, sino que, según declaraciones pasadas, había llegado a querer como padre a Germán Cáceres, con quien compartió su niñez.

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Finalmente, y tras una audiencia de apelación, el 11 de julio Elizabeth Otavalo logró conseguir la patria potestad de su nieto a quien le llama “mi hijo”, pues desde la ausencia de María Belén, ella asumió esa responsabilidad.

Otavalo declaró que no ha sido nada fácil. “Él llega y dice: ‘¿Mamá va a regresar? Yo quiero que regrese’, nosotros recién estamos asimilando la ausencia, y no vuelve, ni volverá”, enfatizó.

Isaac ha emitido una serie de mensajes en redes sociales reprochando lo que pasó con su madre y dejando claro la falta que le hace. Elizabeth Otavalo ha confirmado la veracidad de esas publicaciones.

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Como parte de las medidas de reparación dictadas por el tribunal de primera instancia se solicitó que reciban ayuda psicológica tanto el hijo como la madre de María Belén Bernal. Sin embargo, estas decisiones han sido apeladas y se resolverán en el futuro en la Corte Provincial.

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Mientras tanto, intentan seguir su rutina diaria, no les queda de otra, según Otavalo, quien se ha convertido en una referente de la lucha por los derechos de género. (I)