Darío Hernández no dudó ni un instante en lanzarse al hueco donde su papá acababa de quedar sepultado.

Apenas la tierra cubrió el cuerpo de su padre, Marino Hernández de 50 años, Darío se lanzó y empezó a escarbar primero con la mano y luego con una pala. Pasaron 10 minutos hasta que vio la cabeza de su papá, con el cuello encorvado y todavía consciente.

Siguió escarbando y pidiendo ayuda. Minutos antes, Marino Hernández había ingresado a ese hueco, para trabajar en una obra sanitaria que se ejecuta en la calle 8, en el centro de Manta. Estaba, junto a otro obrero, revisando una tubería.

Publicidad

De pronto la tierra se les vino encima, eran cerca de las 14:00. Marino quedó totalmente cubierto y su amigo tenía las piernas enterradas.

Dos obreros murieron mientras trabajaban en las lagunas de oxidación de Manta

“Quedó enterrado todo, no lo pensé y me lancé a sacarlo de allí”, expresó Darío la tarde de este lunes, 15 de abril. Ambos son de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Inmediatamente, los demás obreros empezaron a ayudar, a mover la tierra, hasta que llegara la ayuda que ya habían pedido al ECU911.

Publicidad

El hueco donde quedó sepultado el obrero, la tarde de este lunes 15 de abril.

Jefferson Santana, médico del Cuerpo de Bomberos de Manta, dijo que la alerta que recibieron era la de una persona enterrada en una obra. Cuando ellos llegaron aún estaba sepultado del torso hacia abajo.

Liberan a mujer secuestrada en Manta: hay cinco detenidos por este hecho

Marino fue extraído del hueco con la ayuda de una pala mecánica. Los bomberos lo subieron a una ambulancia y lo trasladaron al hospital. Su salud es estable, dijo el bombero.

Publicidad

Este es el segundo accidente laboral que ocurre en Manta, donde están involucrados obreros que trabajan para empresas contratadas. El primero ocurrió hace dos semanas y dos personas fallecieron.

En una esquina, sentado sobre una vereda, Darío de 19 años, trataba de asimilar lo que había sucedido.

‘Cómo es posible que nos den agua una vez cada mes y medio, a pesar de que recibimos a turistas cada semana’, el reclamo en San Lorenzo, Manta

Estaba pálido, en silencio. Cuando un grupo de periodistas se acercó a preguntarle cómo ocurrió todo, fue cuando salió de trance y empezó a contar lo que se acordaba. Dijo que se lanzó, apenas la tierra cayó. De una, sin pensarlo. En serio no lo dudó ni un segundo. Era su padre el que estaba debajo la tierra. (I)