De 45 a 50 minutos de espera. Ese tiempo le toma a Nancy Paspuel embarcarse en la única línea de bus (Catar) que le permite ‘salir’ de su barrio, La Pulida, en el noroccidente de Quito. Ya a bordo, de pie y apretujada, avanza lento hasta El Labrador, la primera de sus tres paradas. Hace trasbordo y sigue su camino hasta llegar, una hora y media después, al sector de Cocotog (norte).

La travesía de esta dirigente barrial, de tomar tres colectivos y gastar $ 1,05 en su traslado, también la padece Luis Bustamante, coordinador de un sector de la parroquia Tumbaco, al dirigirse a su trabajo, en el centro de la capital: “En el bus vamos unos 80, se suben y se bajan por donde quieran, es un maltrato a la ciudadanía”.

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Como Nancy y Luis, el 70 % de los capitalinos usa el articulado público como su principal medio de transporte, un servicio con el que el 47 % de los quiteños está ‘poco’ o ‘nada’ satisfecho, según la encuesta de Quito Cómo Vamos, de 2023. “Es deficiente, necesitamos que se mejore”, reclaman los dirigentes ante esta problemática que durante el primer año de gestión del alcalde Pabel Muñoz sigue pendiente.

‘Hoy, un año después, mantengo mi firme compromiso por las y los vecinos de la ciudad más linda del mundo’: Pabel Muñoz presentó informe de su primer año al frente de la Alcaldía de Quito

En este periodo, el cabildo y sus 19 empresas públicas han destinado $ 333,7 millones en contrataciones adjudicadas y en curso, según una revisión de este Diario a las más de 6.500 compras públicas hasta el 30 de abril. La mayor parte de los recursos, el 31 % ($ 103 millones), se destinó a obra pública y movilidad, como rehabilitación vial, un puente sobre río Monjas, dos pasos peatonales en El Mirador y Pueblo Blanco, aceras, bordillos, recuperación de espacios públicos.

En este campo, quiteños, concejales y directivos de organizaciones civiles coinciden en que urge la reestructuración de rutas y frecuencias, cuya primera etapa -según el cabildo- se conocerá recién el próximo mes. Este rediseño es fundamental para lograr la integración física y tarifaria de todos los sistemas (municipales y operadores privados), incluido el Metro, medio subterráneo que desde diciembre ha reducido el tiempo de traslado de 141.000 usuarios, una cifra lejana a los 400.000 que se estimó movilizar.

Con esta anhelada incorporación de sistemas se podría mejorar la movilidad que resulta, según los concejales Andrés Campaña y Wilson Merino, un ‘dolor de cabeza’ para los quiteños. El cabildo aún no tiene una fecha estimada para esta integración, pero “se tiene estipulado para el último trimestre de este año contar con los elementos -estudios y análisis- para la implementación”, anuncia Juan Carlos Parra, secretario de Planificación del Municipio. A esto se suma, añade el vocero, la renovación de las unidades del Trole y Ecovía con buses eléctricos. Los primeros vehículos se incorporarían en diciembre.

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Y es que el sistema de transporte público es uno de los pilares del plan de ‘movilidad sostenible’, aprobado este año para las siguientes dos décadas y que contempla lineamientos, programas y obras que incluyen, además de carriles exclusivos y mejoras en el servicio, 40 kilómetros de ciclovías, proyectos viales y espacios para peatones, que en algunas obras no se han contemplado.

En los primeros seis meses, la alcaldía de Pabel Muñoz ha contratado por $ 146,2 millones, diez áreas concentraron los recursos en Quito

Los moradores del barrio Chillogallo, por ejemplo, recibieron este mes con alegría el adoquinado de su calle, pero sin veredas. “No hay enfoque de integralidad. Si hago una calle tengo que pensar en todos los actores que van a usar esas vías. Nuevamente se privilegia que los autos puedan circular”, critica María Elena Rodríguez, presidenta del Cabildo Cívico de Quito, organismo que agrupa a cien colectivos de la sociedad civil.

“En el tema de movilidad hay más anuncios que realmente acciones concretas, que van mejorando poco a poco”, apunta Daniela Chacón, coordinadora de la iniciativa Quito Cómo Vamos, quien destaca que durante este primer año “la planificación tiende a ser lo más importante, porque pone la pauta de las cosas que se van a ejecutar en los próximos años”.

En el área de obra pública también constan expropiaciones para el nuevo complejo ambiental, construcción de cubeto y piscina de lixiviados, suministro de agua potable para San Juan de Calderón, alcantarillado en El Pedregal y Santa Rosa (parroquia Amaguaña), adecuaciones de parques y senderos, edificación de estación de bomberos en av. Mariscal Sucre, entre otras.

En mantenimiento de obras y servicios, las instituciones municipales destinaron el 18 % de los recursos, casi $ 60 millones, monto que comprende asistencia de áreas verdes y la flota vehicular del cabildo; limpieza de edificaciones, parada de buses y del alcantarillado; compra de insumos para tratar residuos y agua potable.

Recursos destinados por el Municipio de Quito*

Otro 15 %, cerca de $ 50 millones, se asignó a equipamiento. La mayoría de esta inversión, $ 20,3 millones, la contrató el Cuerpo de Bomberos e incluye, por ejemplo, 19 camiones contra incendios con su mantenimiento hasta el 2029 ($ 6,1 millones). También, las entidades municipales han adquirido y alquilado camionetas (casi $ 8 millones), llantas ($ 2 millones), vehículos pesados, drones.

En seguridad, el principal problema de los quiteños -según la encuesta de Quito Cómo Vamos-, el 89 % del total de los recursos contratados ($ 36 millones) fue para dotar de personal de vigilancia a las entidades municipales. Lo restante se dividió en, por ejemplo, el mantenimiento de 45 UPC (Unidades de Policía Comunitaria), rastreo satelital de la flota vehicular, sistema de videovigilancia para el museo del Carmen Alto.

Hasta el 30 de abril no constan compras de alarmas comunitarias y cámaras de seguridad, recursos ofrecidos por el alcalde en su plan de gobierno. Ambos servicios los ha solicitado sin éxito el barrio La Pulida, asegura la presidenta del barrio, Nancy Paspuel, desde hace tres años. En la actual administración le indicaron que para acceder a estos servicios se debía crear un comité de seguridad, que fue conformado en agosto de 2023. Pero, añade, aún siguen esperando estos dispositivos.

Peajes se implementarían en la Ruta Viva y en avenida Simón Bolívar

En este mes de mayo, según el vocero municipal, el cabildo inició el proceso de compra de 104 de estos equipos. Además, en este año realizó la adjudicación del servicio de telecomunicaciones para el sistema de alarmas (casi $ 80.000); la adquisición de diez postes para las cámaras que instalará el ECU911 y la reubicación de otros 16 puntos metálicos ($ 122.300).

La dirigente, además, pide la iluminación de dos parques (llamados Augusto Barrera y Virgilio Corral), otra de las promesas de campaña de la actual administración. Sobre esto, el secretario de Planificación del cabildo sostiene que estas necesidades fueron transferidas a la Empresa Eléctrica de Quito con recursos. En ese ámbito, también, el Municipio contrató diez consultorías de proyectos de iluminación ornamental para parques y espacios públicos por $ 3 millones.

En La Pulida, en el noroccidente de Quito, los moradores piden iluminación en los dos parques y en el mirador del sector. Foto: Cortesía

En la parroquia Tumbaco, en cambio, el dirigente Luis Bustamante asegura que sí ha mejorado la seguridad en su sector: “Llamamos (a la Policía) para que nos apoyen a verificar cuando hay gente extraña que va a nuestro sector y vienen enseguida”.

En servicios al público, como lectofacturación e instalación de medidores, se ha asignado el 8 % ($ 25,3 millones); en eventos y comunicación, el 4 % ($ 13,2 millones); en artículos de oficina, uniformes y arrendamientos, otro 4 % ($ 13 millones); en educación, el 3 % ($ 9 millones); y en tecnología, salud, transporte, alimentación y turismo, el restante 6 % ($ 22 millones).

En salud, los concejales y organizaciones civiles destacan la aprobación de la ordenanza de salud mental y las más de 7.000 atenciones psicológicas que han dado los especialistas municipales a usuarios con riesgo de suicidio a través de la línea 101.

Entre las acciones pendientes y urgentes para Quito está un plan de recuperación de los ríos de la capital (Machángara, San Pedro, Monjas y Chiche), contaminados por recibir casi la totalidad (97 %) de aguas residuales sin tratar. Apenas al 3 % se le da un tratamiento antes de llegar a los ríos.

“En mi administración avanzaremos del 3 % al 70 % de tratamiento de aguas residuales”, ofreció recientemente el alcalde Pabel Muñoz, el 6 de mayo. Esta meta la prevé cumplir con la construcción de plantas de tratamiento, una en el norte, otra en el sur y otras más, según Juan Carlos Parra, vocero del cabildo: “Los estudios seguramente nos va a tomar un tiempo no menor a un año, y una vez que se tengan los estudios se trabaja toda la parte del financiamiento y empezaríamos la construcción”.

QUITO. En diciembre de 2023 se realizó una feria de empleo en el sur de la ciudad. Miles de personas, entre 18 y 45 años, esperaban ocupar una de las 900 vacantes que se ofertaban. Foto: Cortesía del Municipio de Quito Foto: Cortesía Municipio de Quito

Otra deuda pendiente, coinciden los concejales Andrés Campaña, Wilson Merino y Estefanía Grunauer, es el fomento de la economía y productividad, considerando que Quito tiene la tasa de desempleo más alta del país (8,8 %) en el primer trimestre del 2024. Y aunque los gobiernos locales no tienen la competencia directa, los legisladores municipales coinciden en que tienen entidades, como una secretaría y Conquito, para atender esta problemática.

Parra, vocero del cabildo, destaca que se ha “fortalecido el emprendimiento con la entrega de $ 500.000 en capital semilla”. También, agrega, se ha capacitado a 56 gestores turísticos, se han realizado ferias de empleo con 50 empresas que ofrecían 5.000 plazas laborales y se intervendrán 19 centros de abastos.

Pero “aún falta gestionar espacios para acomodar a los comerciantes informales, generar mayor difusión para ferias y mercados actuales”, sostiene la concejala Grunauer. Mientras su par, Merino, critica que el año pasado se habría dejado de invertir unos $ 60 millones en las economías populares y solidarias, alejando el objetivo municipal de que Quito sea la “locomotora del desarrollo económico del país”: “Hay muchas zonas deprimidas, como La Mariscal, que no se termina de reactivar, el centro histórico, las parroquias rurales, el sector turístico y el sector cultural, que no levanta cabeza”. (I)