Más del 70 % de quienes utilizan el Metro de Quito no complementan su desplazamiento con el uso de un bus alimentador, según una encuesta del Municipio capitalino.
A la pregunta de si el usuario completa su viaje utilizando ese servicio, un 29 % respondió que sí, en tanto que un 71 % que no, pero no se dio a conocer el motivo.
Al inicio de operaciones hubo personas que reconocían que ganaban tiempo para ir a sus actividades, aunque pidieron que se mejoren las frecuencias de buses integrados para que el tiempo de espera no sea tan prolongado.
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El Metro de Quito retomó su funcionamiento el viernes 1 de diciembre del 2023, luego que en mayo de ese año arrancó con sus recorridos, pero a los pocos días se suspendió por varios inconvenientes, entre ellos largas filas para la adquisición de los boletos.
A marzo del 2024, el modo de transporte que usaban viajeros antes de que vuelva a funcionar ese transporte subterráneo era el Trolebús, que recorre la avenida 10 de Agosto con un 33,5 %, bus con un 30,5 %, Ecovía con un 15 % y vehículo propio con 13 %.
En ese mes, un 51 % de usuarios del Metro indicó trabajar en el sector privado lo que representa un aumento de 10 puntos porcentuales con relación a febrero, pero por género las mujeres son las que más se embarcan.
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Uno de los inconvenientes es el calor que sienten los usuarios, pues el servicio no cuenta con aire acondicionado y en las horas de mayor presencia de ciudadanos hay incomodidad.
La empresa Metro de Quito, una dependencia del Municipio capitalino, indicó que recibió una proforma para instalar aire acondicionado por parte de una empresa fabricante. El valor sería de alrededor de $ 13 millones y si se incluye el IVA llegaría a $ 14,8 millones con un plazo de ejecución de tres años desde la firma del contrato.
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Para especialistas en movilidad, la demanda del Metro tardará dos o tres años en alcanzar su potencial y será mucho mayor si se lleva a cabo la integración operativa con superficie, es decir, la reestructuración de rutas y la integración tarifaria.
Uno de los servicios que faltaban era el de internet en las quince estaciones, pero se superó con la instalación de redes de wifi.
Ese transporte subterráneo, que cuenta con quince estaciones, debe llegar a 400.000 viajes diarios (pasajeros transportados) para que el sistema se vuelva sostenible financieramente. (I)