Desde embajadores de distintos países, la canciller del Ecuador, un hombre que trabajó por más de 40 años en la Nunciatura y miembros de congregaciones religiosas se acercaron hasta este lugar para dejar un mensaje de condolencia y agradecimiento al papa Francisco.

Para muchos, la muerte del papa Francisco significó una tristeza inmensa. Al dejar el esfero sobre la mesa, era inevitable que no se pasaran un pañuelo por el rostro para secar unas cuantas lágrimas.

Entre varios arreglos florales, retratos del pontífice con su tradicional vestidura blanca y su característica sonrisa, los asistentes ingresaban haciendo una venia a la imagen principal de Francisco, que reposaba al extremo derecho de la denominada “Casa del Papa”.

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Unos se tomaban su tiempo, otros, en breves frases, decían haber plasmado todo lo que sentían por el pontífice. Es el caso de Fernando Pila, oriundo del cantón Pujilí, en la provincia de Cotopaxi, quien trabajó hace 40 años en la Nunciatura.

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“En 1984 estuve como recepcionista de la Nunciatura Apostólica. Monseñor Mario Ruiz Navas, que también es de Pujilí, me trajo hasta acá para colaborar con la Nunciatura”, señaló.

Fernando contó que la experiencia de haber aprendido y servido dentro de este lugar sagrado, durante el gobierno de León Febres-Cordero, fue emocionante.

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“Aquí trabajábamos desde las seis de la mañana. Había una misa a las 06:30 y yo era el encargado de abrir la puerta y llevar a muchas personas hasta la capilla. También manejé la agenda de quienes debían llegar, entre ellos embajadores, ministros y el ingeniero Raúl Vaca Carbo, presidente de la Cámara de Diputados de ese entonces”, apuntó.

Èl recordó su paso por la institución con mucha alegría, pero expresó su profundo pesar ante la muerte del Pontífice Foto: Alejandro Ortiz

Asimismo, recordó que durante la visita del papa en 2015, él estuvo presente en la puerta de la Nunciatura para recibirlo y saludarlo. Ante ello, indicó que su muerte deja un vacío muy grande en todo el mundo.

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“Era una persona muy importante para nosotros. Nos golpeó en el alma, siempre rezó por Ecuador. He recibido esta noticia con mucha tristeza y he venido a dar mis condolencias”, afirmó Fernando.

De igual forma, Isabel Rodas, después de firmar el libro, recordó que lo más preciado del papa fue su servicio hacia la gente. “Al escribir en el libro tuve sentimientos encontrados: gratitud, pesar, amor... pero sobre todo un ‘gracias’ por todo lo que nos enseñó”, manifestó.

Dolores Lozada, representante de la Renovación Carismática Católica de Quito, señaló que su presencia en la Nunciatura fue, de algún modo, para agradecer a Dios por la vida del papa Francisco.

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“Él ha seguido los pasos de Jesús, por eso su legado es tan importante en todo el mundo. Nosotros, como congregación, lo recibimos en 2015 en el parque Bicentenario y fue una alegría inmensa”, contó Dolores.

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Miembros del Gobierno Nacional también acudieron. Gabriela Sommerfeld, canciller del Ecuador, escribió su mensaje y manifestó que, en señal de respeto a la religión católica y a las buenas relaciones con el Vaticano, debía presentarse en este acto simbólico.

En la Nunciatura de Quito se abrió un libro de condolencias. Foto: AFP

“A nombre del Gobierno, del pueblo ecuatoriano y mío propio, hemos venido a dejar un mensaje de condolencia”, apuntó la canciller.

El Libro de Condolencias estará habilitado desde las 09:30 hasta las 12:30 y, por la tarde, desde las 14:30 hasta las 16:00. Las personas que deseen acercarse a firmar deben llegar hasta la Nunciatura Apostólica, ubicada en la avenida 6 de Diciembre y Orellana, en el norte de Quito. (I)