En dos proyectos trabaja la Escuela Politécnica Nacional (EPN) en los que busca medir la cantidad de dióxido de carbono que sale de dos lagos de la Sierra ecuatoriana.
Uno es financiado por el Instituto Francés para el Desarrollo y otro por la misma universidad, con los que busca entender de mejor manera las erupciones pasadas de los volcanes Cuicocha, en la provincia de Imbabura, y Quilotoa, en Cotopaxi, que actualmente son lagos.
Los ‘bramidos’ provenientes del volcán Sangay podrían continuar durante la noche, indica el IG
Silvana Hidalgo, del Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional, explicó que ambos lagos son cratéricos, es decir, que llenaban un cráter.
Publicidad
La especialista sostuvo que en el Cuicocha han hecho mediciones desde 2011 y se lo hace entre tres y cuatro veces al año, y ahora en el Quilotoa.
Indicó que el gas puede tener un origen volcánico, originario de los gases del magma, para ver si hay cambios en el tiempo de su concentración.
En el Cuicocha han visto que el flujo del CO₂ sigue un comportamiento acorde con el clima. Eso les permite ver que hay épocas con flujo mayor y en otras con menor.
Publicidad
Agregó que es un patrón completamente normal.
Una vez que se establecen esos patrones, y de acuerdo a eso, se podría pensar si hay o no un cambio.
Publicidad
Hidalgo explicó que hacen las mediciones a través de una campana de acumulación que se pone sobre el gas, de manera hermética, durante dos o tres minutos. Está conectada a una bomba que absorbe el aire y el gas, entre la superficie del agua y la campana, y pasa a un detector con el que mide la cantidad que sale.
Para sus análisis se requieren entre 90 y 120 puntos de medición cada 150 o 200 metros, lo que lleva un trabajo de uno o dos días.
Con esa recolección de datos se genera un mapa de las zonas en las cuales hay mayor emisión o menor y una cuantificación total.
Comparativo de volcanes de Ecuador y Canarias busca demostrar riqueza del vulcanismo insular
La especialista aclaró que no hay evidencia que indique una actividad volcánica asociada a esa emisión en el Cuicocha.
Publicidad
Lo que aportarían las mediciones, agregó, es identificar el comportamiento del lago.
El CO₂ —sostuvo— es inodoro, incoloro e insípido, y no tiene relación con los colores de los lagos en investigación y podría tener relación con las sales disueltas.
El 12 y 13 de julio empezó la investigación en el Quilotoa, que se repetirá dos veces al año. (I)
