En peces examinados, según revela una investigación de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), se ha detectado la presencia de microplásticos, lo que ha despertado preocupación en la academia.
El estudio arrancó en 2022, está en curso y a finales de año será publicado en una revista especializada en ecotoxicología o contaminación ambiental.
Carlos Íñiguez, doctor en Ciencias Naturales con especialidad en Ecología Acuática y Biomonitoreo Ambiental e investigador de la UTPL, mencionó que como grupo de investigación hacen estudios acerca de la presencia de microplásticos en el ambiente, especialmente en entornos acuáticos o ecosistemas marinos.
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En ese marco, se hizo un estudio en las comunidades Costa Rica y Bellavista, en el archipiélago de Jambelí, en la provincia de El Oro.
En ese lugar han notado un aumento de desechos sólidos, por lo que les generó la inquietud de hasta dónde ha llegado el microplástico.
Esto, porque hay evidencias de su presencia en especies marinas que son comerciales usadas para alimento. Han observado fundas de plástico enredadas en ramas o raíces de manglar.
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Desde las zonas andinas, agregó, se transportan toneladas de basura que llegan al río Amazonas y luego al océano Atlántico o al Pacífico.
Reunieron varias especies de peces que se usan como alimento en esas comunidades que está formada por pescadores artesanales.
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Se extrajeron muestras aleatorias de lo que los pescadores traían del mar para analizar en el laboratorio el número de partículas de microplástico en diferentes tejidos de esas especies comerciales.
El estómago, las branquias y el hígado se escogieron para el estudio. También se hizo el estudio en conchas.
Los pescadores llegan al puerto de cada una de esas islas donde hay centros de acopio, adonde van compradores desde Puerto Hualtaco, Huaquillas y luego se lo distribuye. De ese proceso obtuvieron las muestras. Fueron recolectadas en el sitio y puestas en congelación para su preservación.
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Fueron llevadas al laboratorio de la Universidad, en la ciudad de Loja, donde fueron sometidas a un proceso de degradación de materia orgánica para que todo el tejido animal se desintegre y únicamente queden libres las partículas de plástico.
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Después, el líquido que queda se lo pasa por filtros que son de tamaños muy pequeños en donde se retiene el microplástico. Se llevan los filtros a observación bajo el microscopio, se hace un conteo y se reportan las unidades por metro cuadrado por gramo.
El experto sostuvo que encontraron microplásticos en todas las especies con más o menos concentración de partículas. En las branquias y el estómago era en donde había saturación y tenían “cantidades astronómicas”.
Se estableció un umbral de 100 partículas de microplástico observado por cada centímetro cuadrado bajo el microscopio y ese límite se rebasaba. “No tenía sentido, ya que son valores por encima de lo que normalmente se ha encontrado en otros estudios”, dijo.
Lo que más les llamó la atención es que a través, posiblemente del torrente sanguíneo, las partículas atraviesan capas de tejido y llegan a estructuras muy finas.
“La contaminación por microplástico es tan alta que se está comprometiendo inclusive el desarrollo reproductivo de estas especies que podrían en el futuro desaparecer”, agregó.
El investigador indicó que el laboratorio de la universidad es especialmente dedicado a investigación.
Lorena Riofrío, coordinadora del proyecto de la UTPL, señaló que han trabajado con estudiantes universitarios en el tema de los plásticos.
Indicó que comenzaron una campaña en las comunidades del archipiélago de Jambelí enfocada en la limpieza de playas y en la concienciación de los residentes sobre la prevención de la contaminación, destacando los peligros asociados con el plástico.
Otro de los objetivos, dijo, fue determinar si había existencia de microplásticos en especies comerciales producto de la pesca. Para ello analizaron ciertos órganos, como branquias, estómago, intestino, entre otros.
Eso les permitió trazar una ruta para entender mejor qué está sucediendo con los microplásticos en esos peces.
Han analizado 64 especímenes y todos tienen presencia de microplásticos, lo que para los expertos confirma investigaciones previas que alertan sobre la presencia de estos residuos en especies marinas.
Los denominados microplásticos secundarios, explicó la UTPL, son pequeñas partículas, menores a cinco milímetros, que provienen de la fragmentación de plásticos más grandes, principalmente de productos de un solo uso, como botellas, envases y bolsas.
En el mar se suma el problema del desecho de las redes de pesca, que cuando pierden su vida útil son arrojadas al mar, causando muertes de especies marinas por atrapamiento, y su descomposición genera estos microplásticos que son ingeridos por la fauna marina, señaló la universidad.
Además, un aspecto que inquieta es la presencia de microplásticos en los órganos reproductores de los peces examinados, lo cual supone una probable afectación negativa a su reproducción.
La reducción del tamaño poblacional de varias especies a la vez podría desencadenar un efecto en cascada con consecuencias devastadoras para la vida marina, indicó a modo de alerta.
Hasta ahora, Ecuador, según la investigación, no ha implementado ninguna ley efectiva, ni ha experimentado un cambio cultural, ni ha desarrollado alternativas viables que reemplacen el uso de plásticos, especialmente aquellos de un solo uso.
Desde el ámbito de la investigación, la universidad expresó que es esencial continuar con estudios detallados en esta área.
Además, resulta crucial que los gobiernos se comprometan más y respalden esas investigaciones para impulsar cambios significativos.
El análisis de laboratorio concluyó y sus resultados están próximos a ser publicados dado que actualmente están haciendo los análisis de datos.
La Universidad Central del Ecuador también hizo un estudio acerca de microplásticos en alimentos y en el medioambiente.
La universidad hizo una evaluación en refrescos, leches, miel, cerveza, atún, pulpo, tomate cherry, diez tipos de granos, arroz, té, azúcar, sal.
En todos ellos encontraron presencia de microplásticos. (I)
