En menos de 24 horas el puente de Gualo, ubicado en el norte de Quito, fue noticia al convertirse en escenario de dos eventos trágicos relacionados con intentos de suicidio.
El primero, ocurrido el 5 de agosto, fue un intento frustrado gracias a la intervención de la Policía Nacional. El segundo, registrado el 6 de agosto, culminó en la muerte de un hombre de 38 años.
Pablo Analuisa, jefe de la Unidad de Prevención Integral de Adicciones y Salud Mental de la Secretaría de Salud, comentó sobre estos lamentables sucesos y las medidas que se están tomando para prevenir futuros intentos de suicidio.
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“Primero, el suicidio representa un problema de salud pública que es sumamente urgente de abordar. Implica también un abordaje integral, es decir, debemos intervenir con temas de prevención relacionados con identificar estas señales de alerta que puede tener una persona cuando está experimentando algún tipo de problema de salud mental”, afirmó Analuisa.
El enfoque de la Secretaría de Salud incluye la provisión de servicios de salud mental para las personas que presenten problemas como la depresión, una causa frecuente de los intentos de suicidio. Además, informaron que se están estableciendo redes de soporte comunitario para brindar contención y apoyo a las personas en riesgo.
“Estamos distribuidos en 33 parroquias con psicólogos responsables de gestionar los temas de salud mental. Hemos priorizado estas parroquias a partir de un análisis epidemiológico, en el que uno de los criterios es el registro de mayor número de suicidios en los últimos años”, añadió Analuisa.
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A pesar de la preocupación que causan estos casos reportados en los puentes de la capital, autoridades señalaron que el suicidio por precipitación no es la forma más común de suicidio, pero su impacto y visibilidad hace que sea necesario tomar medidas específicas.
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Según Analuisa, la medida más rentable es la instalación de barreras físicas en los puentes que se han convertido en puntos críticos.
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“Lo que hemos planteado es que desde la Epmmop se pueda realizar el vallado de los puentes. Ya está en proceso de contratación y se espera que esté listo para mediados de septiembre”, explicó Analuisa.
Luis Alberto Ochoa, docente de Arquitectura de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), ofreció una perspectiva adicional sobre el diseño y la planificación urbana en relación con la prevención de suicidios.
“En el caso de infraestructuras como el puente de Gualo, que no son espacios públicos interactivos, se podrían aplicar medidas de seguridad, como paneles transparentes que impidan que las personas se trepen”, sugirió Ochoa.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, también se pronunció sobre estos incidentes y las acciones que se están tomando desde el Municipio.
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“Es doloroso cuando alguien piensa en quitarse la vida. Pero este es el primer Municipio que tiene un plan de salud mental claramente definido y psicólogos contratados para las unidades sur, centro y norte del Municipio. Además, hemos incorporado en el ECU911 una línea de emergencia para brindar apoyo psicológico inmediato”, señaló Muñoz.
Muñoz mencionó, además, que se está trabajando en vallar los puentes más críticos.
En 2023, Quito registró 223 suicidios, un incremento comparado con los 199 casos de 2022. Hasta mayo de 2024 se han registrado 116 suicidios. Estas cifras ponen en evidencia la necesidad de continuar y fortalecer las estrategias de prevención y apoyo.
“En 2023, tuvimos una tasa de 7.6 casos de suicidio por cada 100.000 habitantes dentro de la media regional. Aunque no hay una alerta de un incremento significativo, cada muerte por suicidio es una tragedia y trabajamos para reducir estas cifras”, concluyó Pablo Analuisa.
Los recientes incidentes en el puente de Gualo son un recordatorio doloroso de la importancia de la salud mental y la necesidad de medidas preventivas eficaces. En septiembre se prevé que se eviten más casos, por lo menos en los dos puentes más críticos de la capital. (I)
