Tras el naufragio de una lancha que recorría la ruta Isabela-Santa Cruz, en Galápagos, que causó la muerte de cuatro personas, el Ministerio de Turismo hizo un llamado a la corresponsabilidad de los transportistas marítimos.

“Lamentamos profundamente este suceso y hacemos un llamado a la corresponsabilidad de los transportistas marítimos para que tomen los correctivos necesarios en sus embarcaciones, precautelando siempre la seguridad de quienes residen y visitan el aArchipiélago”, señaló el ministerio en un comunicado publicado la noche del lunes.

El siniestro ocurrió la noche del domingo. Las víctimas mortales son dos ecuatorianos y dos extranjeros (un colombiano y un estadounidense-israelí). En total 33 personas fueron rescatadas.

Publicidad

La cartera de Turismo se solidarizó con las familias afectadas. Informó que se brinda apoyo, acompañamiento y seguimiento a los viajeros recuperados, así como a los parientes de los fallecidos, para asistir y agilizar los trámites y acciones para que los cuerpos vuelvan a sus países de origen.

Según testimonios de los ocupantes, la embarcación Angy no contaba con suficientes chalecos salvavidas para todos los pasajeros y presentaba desperfectos mecánicos en los motores que terminaron por detener y hundir a la lancha en la zona de Tortuga Bay, a unos 15 minutos de llegar a su destino, en Santa Cruz.

Desde la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (Dirnea) se dio a conocer que la nave había pasado la revisión hace seis meses, en marzo.

Publicidad

Autoridades de la Dirnea señalaron que la tripulación solo notificó al armador sobre el combustible y arreglo de motores, pero no se comunicó con la autoridad marítima ni con el ECU911. Pidieron auxilio cuando ya se vieron perdidos. (I)


Publicidad