Para este 8 de marzo está prevista una jornada de movilización, fecha que coincide con el Día Internacional de la Mujer. El anuncio lo realizó, hace varios días, Leonidas Iza, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

“Nos declaramos en movilización y asamblea permanente y radicalizamos la lucha en los territorios, en defensa de nuestras demandas históricas”, dijo Iza. Sin embargo, después Zenaida Yasacama, vicepresidenta de la Conaie, señaló que la jornada será para exigir el cumplimiento de los derechos de las mujeres.

A la marcha se suma la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine), la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT). Además, organizaciones de mujeres y feministas ratificaron su participación como una reivindicación por el Día de la Mujer.

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Las entidades bancarias, comercios y farmacias atenderán en horario regular este 8 de marzo, sin embargo mencionan que, dependiendo de la jornada, podrían suspenderse.

Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), señala que la atención será normal, en sus horarios habituales, pero “podría suspenderse en aquellos sectores en donde se produzcan eventos que impidan el normal desarrollo de las actividades”.

Por eso, Rodríguez recomienda a los usuarios estar monitoreando las cuentas oficiales de las distintas entidades bancarias en caso de que la situación cambie.

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En la Bahía, en el centro de Guayaquil, los negocios ya saben cómo prepararse ante un anuncio de movilización. Eddy Carlier tiene su local de venta de accesorios para celulares y afirma que ya ha vivido varias marchas, entre pacíficas y violentas.

“Hemos tenido escenarios diferentes desde el 2019 (paro de octubre en el gobierno de Lenín Moreno) que hubo un incidente, luego con (Guillermo) Lasso hubo un paro fuerte (en junio del 2022) y de ahí manifestaciones donde se especula un poco y se trabaja con el temor. Ahora como no estamos en Quito mantenemos un poco más la calma de cualquier tipo de desmanes o cosas así, gracias a Dios, la situación es más llevadera”, dice Eddy, quien este miércoles atenderá de 09:00 a 18:00.

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Pero, en caso de que sea otro el panorama, cerrará el local. Lo que anhela es que no haya especulaciones. “La naturalidad es que el comercio se daña. Los locales cierran de forma desesperada, se genera un caos, pero por el desconocimiento”, asegura Eddy, y afirma que las manifestaciones se efectúan sin razonamiento.

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Walter Medina es otro comerciante de la Bahía. Se dedica a la venta de electrodomésticos con su importadora Eddy Nony. El miércoles también atenderá normalmente de 09:00 a 18:30. Espera que sea un día tranquilo, de lo contrario le representaría una pérdida económica. Dice que las ventas ya de por sí están bajas y no pueden perder un día.

“Tratamos de exhibir (la mercancía) lo menos posible, estamos atentos a que si es algo necesario, cerramos las puertas, de lo contrario solo se hace bulla, que saqueos... Nosotros no le prestamos atención, siempre estamos armados con algún garrote. Trabajamos normal, pero con mucha atención”, dice Walter.

El propietario de la importadora indica que la mayoría de situaciones es para asustar a las personas y “robar a río revuelto”. Asegura que los comerciantes ya conocen esos escenarios y estarán vigilantes este 8 de marzo.

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Desde el lado de las farmacias, la atención será normal. Grupo Difare y sus farmacias Pharmacy’s y Cruz Azul tienen mecanismos de protección para mitigar riesgos como sistema de videovigilancia y de intrusión. Este último es activado por el trabajador ante la presencia de personas sospechosas.

“El personal recibe capacitaciones constantes, por el área de Seguridad Corporativa y en coordinación con las unidades especializadas de la Policía Nacional, con el fin de actuar según el acontecimiento que se presente y también poder identificar situaciones de riesgo o posibles delincuentes. De esta manera, podemos salvaguardar la integridad de los dependientes de las farmacias y la de nuestros clientes al momento que se encuentren en los puntos de venta”, dice César Puga, jefe nacional de Seguridad Física de Grupo Difare.

Jorge Calderón, analista económico, considera que siempre el anuncio de movilizaciones genera preocupación tanto a los negocios como a los consumidores.

“Por el lado de las empresas, aprovisionarse de productos para evitar que se vaya a generar desabastecimiento de alimentos, que de alguna manera permita soportar una ruptura en el abastecimiento de los mismos en una eventualidad de movilización de más largo plazo, igual con el combustible. Eso más que todo porque la primera reacción es la escasez de cualquiera de estos productos. Tanto el consumidor adapta sus hábitos como las empresas buscan aprovisionarse para evitar rompimientos”, explica Calderón.

En tanto, para el 14 de marzo está prevista otra movilización, en este caso del FUT. Y para el 28 de marzo será para la entrega del proyecto de Ley de Aguas en la Asamblea Nacional. Esta es organizada por la Conaie. (I)