González supera a Noboa en reacciones positivas en redes, pero él tiene más ‘Me gusta’: la estrategia digital influye, pero no es determinante

Los candidatos presidenciales Daniel Noboa, del movimiento Acción Democrática Nacional (listas 4-35), y Luisa González, de la Revolución Ciudadana (lista 5), moldearon las reacciones en redes sociales e internet con su accionar durante el debate presidencial del 1 de octubre pasado.

El análisis de datos de ese domingo de la herramienta tecnológica Social Alert mediante el uso de inteligencia artificial (IA) muestra que González consiguió un mayor porcentaje de reacciones positivas (46,89 %) frente a Noboa (28,48 %).

La candidata obtuvo un 21,58 % de reacciones negativas y Noboa un 35,88 %, el resto del porcentaje correspondió a las menciones calificadas como neutras.

Sin embargo, Noboa alcanzó 1,2 millones de ‘Me gusta’, mientras que González logró un poco más de un millón durante el 1 de octubre.

El índice de confiabilidad de la IA es del 85%, tomando en cuenta que hay menciones con sarcasmo e ironía que son difíciles de clasificar sin la intervención humana.

Un Noboa más pausado, con menos aplomo y contundencia, incluso con un rostro casi sin expresión marcó su devenir en las redes sociales e internet, mientras que González se mostró menos confrontadora, marcando un poco distancia del periodo correísta y tratando de desvirtuar las planteamientos de su adversario.

La tónica de ambos fue la de no profundizar en sus propuestas, aprovechando las réplicas para dejar en entredicho ciertas afirmaciones del contrario, pero sin un exceso de ataques.

Pablo Vidal, experto en marketing digital y catedrático de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), afirma que este segundo debate fue más sobrio en el sentido de que no hubo tanta polémica en las intervenciones de los dos candidatos.

“En el primer debate nadie esperaba un rival como Noboa, quien no estaba en el radar, por lo que suscitó muchas más reacciones e interacciones en redes sociales, fue el boom, nadie se esperaba esa preparación que tuvo”.

Si se compara la audiencia estimada, el total de retweets/compartidos y los ‘Me gusta’ conseguidos por Noboa el 13 de agosto pasado (el día del primer debate) ante los de González, se observa una gran diferencia a favor del primero, lo que refleja como su estrategia digital fue más efectiva para posicionarlo en la mente de los votantes durante la primera vuelta electoral.

Noboa consiguió una audiencia de 44,5 millones, 172.771 de contenidos compartidos y 2′351.394 ‘Me gusta’.

Los números de González son más austeros con una audiencia estimada de 19,4 millones, 69.876 compartidos y 496.484 ‘Me gusta’.

Incluso la estrategia digital de Noboa evidenció un mayor uso de bots o posibles bots para el primer debate con un 63,3 %, mientras que González obtuvo el 60,4 %.

Los bots son programas informáticos que hacen tareas repetitivas en redes. “En el primer debate las reacciones, las publicaciones e incluso el testeo de los sentimientos de esas reacciones estaba mucho más dividido, por una parte estaba la revolución ciudadana, Jan Topic con su tema de la seguridad, Otto (Sonnenholzner) con lo del COVID-19 y la gestión que hizo y qué decir de los memes entre Yaku (Pérez) y Bolívar (Armijos)”.

Alcance de Luisa González en las redes sociales el día de los debates

Alcance de Daniel Noboa en las redes sociales el día de los debates

*Incluye los accesos y menciones a nivel mundial, por ello supera a la población total del país.

Al existir mucha más disparidad y contrincantes no se concentró tanto el tema de las publicaciones y menciones, entonces es normal que Luisa haya acaparado un aumento significativo en este segundo debate porque no hay tanta división, ahora son dos polos, lo que no era tan previsible es el decrecimiento de las interacciones y sentimientos positivos a Noboa, asegura Vidal.

“En este segundo debate Noboa quiso ser una persona pausada, pero se pasó de pausa, es decir, los memes y las reacciones sobre su aparición (del 1 de octubre) van más encaminados a que estaba demasiado lento, iba drogado, una conversación muy gris, sin ningún tipo de emoción con lo cual la gente se durmió, ya que se esperaba un poco más de efusividad”, agrega el especialista.

El experto en marketing digital y gerente general de la consultora Mentinno Juan Pablo Alcázar afirma que cada equipo digital tuvo diferentes enfoques. “La campaña de Noboa estaba más preocupada del seguimiento realizando lives y presentaciones y eventos en vivo para ver el debate y posteriormente. El de González claramente estaba más enfocado en lo que iba ocurriendo durante el debate”.

El tema de los sentimientos positivos y negativos ante las reacciones sí debe analizarse más detenidamente, agrega Alcázar, ya que no hubo un enfrentamiento directo entre los dos candidatos, lo que podría generar confusión en las redes sociales.

Las pausas de Noboa al principio tras cada planteamiento de la moderadora (la periodista Ruth del Salto) hacían ver como que era una pregunta que no le cuadraba, entonces trataba de acomodar su respuesta para encajarla: “No direccionaba tampoco muy bien las réplicas que le hacía González, no tuvo esa oratoria o capacidad de improvisación que le permitiese salir airoso”, afirma Vidal.

Es como si Noboa se hubiera preparado para una Luisa conflictiva con ataques como que es parte de la oligarquía o la idea del empresario explotador, lo que finalmente no ocurrió tan marcadamente

“El equipo de comunicación de Luisa entendió que la confrontación no da votos, lo que la gente quiere son soluciones y propuestas”.

La imagen de Luisa dio un vuelco total. Dejó ver sus tatuajes y minutos antes explicó en vivo desde sus perfiles su significado. “En el primer debate estaba un poco más descolocada, no sabía de dónde iban a venir los ataques. Ahora estaba más preparada y a Noboa se lo vio un poco más inseguro”.

Los sondeos tras el segundo debate reflejan que el tablero casi no ha cambiado y más bien aumentó el porcentaje de voto nulo, dice Vidal. No me convenció ni el uno, ni la otra.

“Noboa lanzó su artillería con lo de la corrupción, lo de las tablas de drogas, cuando vio que no existía confrontación por parte de Luisa para ver si provocaba una reacción y empezaba un debate mucho más emocional en el que él iba a ganar, pero la candidata no entró en ese juego”.

Hay que tener claro que las menciones, publicaciones e interacciones en redes sociales no siempre se traduce en votos. “Podemos tener ahora la percepción de que aumentó Luisa en el número de publicaciones e incluso en el sentimiento positivo, pero a la hora de votar en las urnas eso tal vez no tenga ningún tipo de coherencia”.

Al analizar la primera vuelta se podía concluir que Luisa se había equivocado con una campaña dentro de la línea gráfica y musicalización de las del expresidente Rafael Correa (2007-2017). Una imagen seria, como la de los panfletos en la era de la Unión Soviética, durante el siglo XX.

“Pero lo que estaba haciendo en la primera vuelta era asegurando el voto duro, llegar en bicicleta al campo y a las casas de la población menos favorecida (práctica del expresidente Rafael Correa), incluso a nivel de tono y gráfica, lo que estaba haciendo era afianzar. Ella y su equipo de comunicación sabía que ese 30 % es lo que tenían que salvar para llegar a segunda vuelta y ya después veremos”.

Los que sí apostaron a la estrategia digital y por acaparar a la población más joven (centeniales y mileniales) en la primera vuelta fueron Noboa y Jan Topic.

Entonces ahora se ve a una Luisa fresca acercándose más al voto joven y blando, este último no vivió de primera mano la etapa correísta.

La frase: ‘Nosotros ya lo hicimos’ ya ni es mencionada en la campaña de González en la segunda vuelta, lo que se evidenció en el debate del 1 del octubre, contrario a lo que ocurrió en el del 13 de agosto. No hay una apelación tanto al pasado y su discurso fue más propositivo.

El cómo se vende es clave en la comunicación política, por lo que la imagen de cada candidato más depende de los pedacitos que trascienden en redes sociales, como videos sin contexto.

“Le puedo garantizar que el 80 % de la población ecuatoriana no ha leído el programa de ninguno de los dos candidatos, tampoco han visto el debate de dos horas, entonces es lo que proyectan a través de sus redes sociales, con esa percepción se quedan, no saben por quién votar, pero me suena más este porque me cayó simpático por su bailecito en TikTok y votan”, manifiesta Vidal.

Sin embargo, los likes o menciones digitales no son determinantes, recalca, pero sí influye la percepción que se tiene de un candidato.

De ahí que el ganador se define durante los últimos siete días de campaña antes de la elección, como ha ocurrido en los últimos tres procesos electorales en Ecuador, asegura Vidal.

Noboa y González expandieron su audiencia

La audiencia estimada calculada por la herramienta Social Alert es superior a la población del país debido a que la plataforma contabiliza las menciones sobre los candidatos a nivel mundial.

De hecho, después de Ecuador, donde más se originan las publicaciones y menciones son Estados Unidos, España y México, países que albergan una gran cantidad de población migrante nacional.

Origen de las menciones sobre la candidata Luisa González el 1 de octubre

Origen de las menciones del candidato Daniel Noboa el 1 de octubre

Las publicaciones sobre González provenientes de Manta y Portoviejo (1.370) casi duplican a las realizadas sobre Noboa (810) desde esas mismas ciudades, lo que da cuenta del bastión correísta afincado en la provincia de Manabí. (I)