El feriado de carnaval es el más extenso y el que más número de viajes y gasto genera, incluso por encima del asueto del 2 y 3 de noviembre. Mañana empieza este feriado de cuatro días, del 18 al 21 de febrero.

¿Qué deben tomar en cuenta las personas antes de usar un crédito de consumo para financiar los viajes turísticos?

David Castellanos, docente de la Universidad Andina Simón Bolívar, da tres recomendaciones específicas antes de usar estos préstamos para pasear por los destinos turísticos del Ecuador.

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1.- Realizar un presupuesto familiar. “Durante el año hay épocas estacionales importantes como carnaval en las que hay mayor necesidad de recursos, lo que se financia a través de créditos. Lo importante es que estos se logren pagar dentro de un periodo no mayor de un año para no afectar las finanzas familiares.

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2.- Pagar de forma correcta los gastos con estos créditos. El fin, dice Castellanos, es no hacer un nuevo préstamo de consumo sino solo cancelar lo que se tenía planificado. “Utilizar la tarjeta de crédito para cubrir un gasto mayor va a generar un desbalance financiero adicional del crédito ya obtenido”.

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3.- No exceder el gasto del monto solicitado. Este va de la mano con el segundo consejo. “Las deudas adicionales después pueden devenir en un sobrendeudamiento en un monto que no se logra cubrir y se puede comprometer el desempeño económico de ahí en adelante”.

El concepto que las personas deben tener en cuenta es que los gastos turísticos son servicios efímeros, de un momento específico. “La idea es que al ser un gasto que se consume en ese mismo momento, no es un bien que va a durar mucho más allá, se pueda pagar en ese mismo periodo fiscal, es decir, en los próximos doce meses. Así se evita que los viajes del año pasado se sigan acumulando con las necesidades del siguiente año, lo que sí genera un desbalance”, asegura Castellanos.

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El consejo es incluso adelantar el pago en ese periodo de un año cuando se reciben los décimos o las utilidades.

Los 7,8 millones de viajes realizados en 2022 durante los nueve feriados nacionales que hay en Ecuador cada año representaron un gasto de $ 480 millones.

Solo en el de carnaval del 2022, del 18 al 21 de febrero, lo destinado para solventar estos viajes turísticos alcanzó los $ 77,1 millones, un 12,7 % más que en el del 2020, justo antes de las medidas de restricción por la pandemia, cuando el gasto fue de $ 67,4 millones.

El analista económico Larry Yumibanda menciona que el primer escenario para vacacionar en los feriados de 2023 sería gastar el efectivo producto de los ahorros.

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En caso de no contar con dinero se puede acudir a los créditos de consumo, cuya tasa de interés es de doble dígito. La tasa de interés referencial de estos préstamos, en febrero de este año, es del 16,18 % anual, según el Banco Central del Ecuador.

A estos se accede de forma directa a través de los bancos o con el uso de las tarjetas de crédito.

“Los que optan por esta vía para pagar viajes tienen que estar conscientes de que van a disminuir su consumo futuro por la deuda que se adquiere, va a mermar la capacidad de consumo. Hay que tener mucho cuidado, sobre todo las personas que tienen procesos de consumo muy acelerados sin costumbre de ahorro, porque se puede afectar la salud financiera de la persona y de la familia”, dice Yumibanda.

Este último escenario se puede evitar si se paga con la tarjeta de crédito y se cancela lo gastado con el respaldo en la cuenta de ahorros al fin del corte siguiente. ”Así no va a tener los problemas de disminuir los consumos futuros, de lo contrario se tendrá que mermar de un 10 % al 20 % el consumo para poder pagar a la entidad emisora que registra la tarjeta”, agrega el especialista.

El Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) ofrece los préstamos quirografarios a los afiliados y jubilados que en realidad son créditos de consumo que se pueden usar para cualquier tipo de situaciones, incluido el gasto en los viajes turísticos.

El monto máximo que otorga es de $ 36.000 (80 salarios básicos unificados), pero este varía según la capacidad de endeudamiento de cada afiliado o jubilado y lo acumulado que se tenga en los fondos de reserva y cesantía, que son la garantía.

Esta es la opción más viable, ya que ofrece las tasas de interés más bajas del mercado.

El plazo máximo de pago es de hasta 4 años (48 meses) para los afiliados y 5 años (60 meses), en el caso de los jubilados. La tasa de interés varía entre el 11,9 % y 13,24 %, según el tiempo que se difiera. Si el crédito es solicitado hasta doce meses de plazo, aplica la tasa preferencial del 8 % al 11 %.

Los afiliados deben contar con un mínimo de 24 aportaciones individuales a la seguridad social, no tener obligaciones pendientes o vencidas con el IESS o Biess, tener valores acumulados en las cuentas individuales de fondos de reserva o cesantía y estar bajo relación de dependencia con un empleador.

En el caso de los jubilados, deberán estar en goce de la pensión jubilar.

El crédito se obtiene en línea a través de la página web www.iess.gob.ec por lo que el usuario deberá tener su clave de acceso y cuenta bancaria acreditada. La transferencia del monto del crédito se hace en 24 a 48 horas desde que se aprueba.

Los bancos privados y las entidades de la economía popular y solidaria (cooperativas y mutualistas) también ofrecen estos créditos de consumo para viajes con la tasa de interés referencial activa, que en febrero de este año es del 16,18 % anual.

Esta se aplica cuando se usan las tarjetas de crédito y se hacen avances en efectivo a través del cajero automático.

Los plazos máximos de pago varían entre cuatro y seis años con un monto tope de hasta $ 60.000 en promedio.

Incluso hay entidades que ofrecen montos máximos sin garantes con una aprobación de 24 horas, los denominados créditos flash que se procesan en línea.

La cartera de crédito en enero de 2023 alcanzó los $ 38.534 millones. Los préstamos de consumo representaron $ 15.156 millones de ese total.

Específicamente, la cartera de consumo tuvo un incremento anual del 18,4 %. Esta cifra demuestra que la demanda y el consumo están en recuperación en el país, según informa la Asociación de Bancos Privados (Asobanca).

El segmento de consumo está destinado a la compra de bienes y servicios, así como a gastos no relacionados con la actividad productiva.

Las entidades financieras de la economía popular y solidaria también otorgan estos créditos de consumo para gastar en viajes. La cartera de estos en febrero del 2022 ascendió a $ 6.967,58 millones. Las cifras de este año aún no están disponibles.

Los avances en efectivo con el uso de las tarjetas de crédito tienen costos adicionales

Los especialistas recomiendan evitar en lo posible los avances en efectivo de las tarjetas de crédito, ya que tienen un cargo adicional de acuerdo al monto, aparte del interés que se debe cubrir si se difiere este pago.

Los avances en efectivo salen del cupo asignado a cada una de las tarjetas de crédito. “Cuando el avance es de $ 100 a $ 200, el costo puede llegar a $ 9; de $ 200 a $ 300, un costo fijo de $ 14; de $ 400 a $ 3.000 ya es un porcentaje variable, entonces no es solamente la cuota mensual que va a tener que pagar sino que adicionalmente también hay que cubrir ese cargo”, manifiesta Guillermo Granja, especialista en finanzas personales y catedrático de la Universidad Ecotec.

Hay instituciones financieras que por retirar $ 100 de avance por cajero cobran $ 20 de comisión. La recomendación antes de hacerlo es verificar el costo adicional que cobra cada emisor de las tarjetas.

Castellanos indica que los avances hay que hacerlos con prudencia por el costo financiero adicional que generan. “Ahora hay la oportunidad de poder diferir estos avances lo que impide que se vuelvan un solo pago corriente, que es lo que complica a las personas y terminan pagando los mínimos. Al diferir se los paga en plazos y esto ayuda a manejar y a tener una liquidez más rápida. Al realizar un avance se consume el cupo, lo que puede impedir cancelar después la matrícula, las pensiones o cualquier otra necesidad”. (I)