El 11 de junio de 2025, a las 09:00, nació en Bioparque Amaru, en Cuenca, una pequeña hembra de cóndor andino (Vultur gryphus), y con ella, una nueva esperanza para la especie más emblemática de Ecuador. Hoy, 64 días después, sus alas ya llevan la promesa de un futuro más seguro.

Desde sus primeros instantes de vida, la cría fue protegida por un equipo de biólogos y veterinarios que implementaron un cuidado excepcional. La pichona fue colocada en una termocuna para garantizar su temperatura y alimentada con marionetas que reproducen la forma, olor y movimientos de sus padres, Inti y Pacha, evitando el contacto humano directo y fomentando un comportamiento natural.

La pichona se ha convertido en la primera en Ecuador criada con técnicas de crianza asistida mediante marionetas, un procedimiento que asegura alimentación, interacción visual y estímulos auditivos simulando a sus padres naturales.

Publicidad

Para garantizar el efecto nido y condiciones climáticas controladas, la cría permaneció en una termocuna, mientras que las marionetas realistas de Inti y Pacha, creadas por un artista nacional, replicaron todos los rasgos característicos de la especie desde los primeros días de vida.

Crianza asistida: ciencia que parece magia

La cría de cóndor andino durante su proceso de desarrollo. Foto: CORTESÍA

El huevo fue incubado naturalmente durante 64 días. Durante las primeras 24 horas, la madre, Pacha, estuvo a su lado; al segundo día, la cría fue trasladada a la termocuna que simula las condiciones climáticas de un nido.

A partir de entonces se implementaron protocolos de nutrición, hidratación, bioseguridad, monitoreo diario y estimulación conductual.

Publicidad

“Este proceso demanda dedicación total. La alimentación debe darse en horarios precisos, sin contacto humano visible ni ruidos. Las marionetas cumplen el rol de madre y padre, y cada estímulo visual, sonoro y físico está cuidadosamente planeado para no interferir en su conducta futura”, explica Cárdenas.

“Cada estímulo visual, auditivo y físico está planeado para que la pichona se desarrolle como si estuviera con sus padres reales. La alimentación es estricta, precisa y silenciosa”, agrega Cárdenas.

Publicidad

Es una técnica laboriosa y estratégica que combina ciencia, paciencia y cuidados.

“En los últimos tres años, las parejas previas han tenido altibajos en el cuidado de sus crías, un proceso natural de aprendizaje. Bajo recomendaciones internacionales y planificación con el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino (GNTCA), decidimos realizar una crianza controlada para proteger la supervivencia de la cría y salvaguardar los genes de Inti y Pacha”, explica el biólogo Ernesto Arbeláez.

Un símbolo de esperanza frente a la extinción

Inti, rescatado hace 25 años y único cóndor con genes australes en el país, junto con Pacha forman la joven pareja que dio vida a esta cría. Su nacimiento es crucial: el cóndor andino enfrenta un futuro crítico en Ecuador, con apenas 150 individuos silvestres reportados en 2018 y entre 20 y 30 parejas reproductivas maduras, según el último censo nacional.

“Por su lento ritmo reproductivo las parejas obtienen una cría cada dos o tres años, y varias de ellas mueren por condiciones naturales asociadas a la biología de la especie o por amenazas generadas por el ser humano, es por esto que el cóndor andino requiere de un plan de apoyo ex situ organizado, urgente para preservar diversidad y supervivencia futura”, señala Arbeláez.

Publicidad

Inti y Pacha forman una pareja reproductiva joven e inexperta, y este logro les ha tomado tres años de aprendizaje con el apoyo técnico del Bioparque Amaru.

Inti, el macho, fue rescatado hace 25 años en la provincia del Azuay tras agresiones humanas y ha sobrevivido bajo cuidado profesional durante décadas. Pacha, su compañera desde 2019, ha aprendido junto a él a ser madre.

Cooperación internacional y futuro prometedor

La cría de cóndor andino regresará con sus padres a partir de ahora. Foto: CORTESÍA

El Bioparque Amaru trabajó durante tres meses en coordinación con expertos de Colombia, Argentina y Estados Unidos para garantizar el éxito de esta crianza asistida.

En los próximos días, la pichona regresará junto con sus padres para continuar su desarrollo, combinando cuidado natural y supervisión profesional.

La preparación del nacimiento tomó tres meses de planificación con asesoría y aprendizaje del Bioparque Wakata de la Fundación Jaime Duque (Colombia), Fundación Bioandina (Argentina), Aviario Nacional de Pittsburgh y San Diego Zoo (EE. UU.). Esta cooperación asegura que la técnica de crianza asistida cumpla con estándares internacionales de conservación.

Actualmente, Ecuador mantiene 24 cóndores andinos bajo cuidado humano (trece machos y once hembras) en cinco instituciones. Este banco poblacional permite preservar diversidad genética, reforzar poblaciones en cautiverio y preparar juveniles para una eventual reintroducción, apoyando las estrategias de conservación frente a amenazas como envenenamiento, caza y pérdida de hábitat.

Datos de la cría recién nacida:

  • Fecha de nacimiento: 11 de junio de 2025, 09:00
  • Edad: 64 días
  • Peso al nacer: 170 g | Peso actual: 4.800 g
  • Padres: Inti y Pacha
  • Técnica: crianza asistida con termocuna y marionetas realistas

Este nacimiento no solo refuerza la población bajo cuidado profesional, sino que asegura que los genes de Inti y Pacha continúen vivos, fortaleciendo la diversidad genética y acercando a Ecuador un paso más hacia la preservación de su ave emblemática. (I)