Para llegar al bloque 22 de Flor de Bastión hay que pasar por un largo camino de tierra con varias cuestas, sortear montañas de aserrín provocadas al cortar la leña que se quema en hornos improvisados donde se elaboran ladrillos. Al llegar se observan cultivos de plátano, banano y maíz, y los postes de alumbrado público son cañas con un foco al final. De este mismo material están hechas las viviendas y algunas tienen puertas fabricadas con planchas de zinc.