Durante un feriado, Manuel estaba disfrutando con su familia de un día en la playa. Pensaba que iba a gozar de un fin de semana desconectado del trabajo y sin recibir llamadas, pero ese relajamiento no le duró mucho.

Fue notificado por un tema urgente y como Manuel es gerente general de una empresa tuvo que regresar a Guayaquil para al día siguiente convocar a los demás titulares de las áreas.

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“Siempre estoy pendiente del teléfono ante cualquier eventualidad. Yo trato los fines de semana de pasar con mi familia, pero estoy pendiente por el hecho mismo de ser una persona de confianza. Son sacrificios que hay que hacer cuando uno tiene un cargo alto”, dice Manuel.

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Pero esa falta de desconexión ha llevado a que Manuel tenga complicaciones en su salud. “El párpado me comienza a temblar, me dan dolores de estómago. A veces es complicado dormir porque el cerebro sigue pensando, buscando soluciones, estrategias”, expresa.

Al igual que Manuel hay más ciudadanos que ocupan puestos altos en una empresa como gerentes, directores, coordinadores, entre otros, y que pasan, la mayoría de su tiempo, conectados del trabajo al asumir grandes responsabilidades.

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Pero su desconexión no es igual que los demás trabajadores como lo indica el acuerdo ministerial No. MDT-2022-237, del 23 de diciembre de 2022.

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La desconexión, sin distinción del tipo de contrato, es de al menos doce horas continuas en un periodo de 24 horas cuando culmina la jornada. Luego de este tiempo, el empleador no puede establecer comunicaciones con el trabajador, ni formular órdenes u otros requerimientos, salvo en el caso que se verifique una o más de las circunstancias previstas en el artículo 52 del Código del Trabajo.

“Las personas que cumplan funciones de dirección, confianza y manejo en la empresa no estarán sujetas a las reglas de desconexión”, dice el documento en el artículo 12. Y para la abogada laboral Vanessa Velásquez, este último punto es “una atrocidad”, al considerar que todos, sean gerentes, subgerentes, coordinadores, entre otros, tienen derecho a una desconexión al igual que un cargo menor.

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“Esto es contrario con el Código del Trabajo, que dice que tienes derecho a 48 horas de descanso continuo (artículo 51). Este es un acuerdo ministerial que no tiene sentido”, apunta Velásquez, y agrega que, en estos casos, el Código Laboral está por encima del acuerdo ministerial, por lo cual estos cargos sí tienen derecho a una desconexión y cualquier persona que no esté de acuerdo puede priorizar la norma suprema.

En cambio, Adriana Gutiérrez, coordinadora administrativa de Talento Humano de la Universidad Casa Grande, presume que esa parte del acuerdo ministerial va más por el lado de cuando ocurra una emergencia.

“Por ejemplo, si ocurre una eventualidad, a quién llamas, no llamas al mensajero sino a un director. Pero no estoy totalmente de acuerdo con eso porque considero que son personas y tienen sus familias, tiempos… por el grado de funciones que ejerce es posible que ocurra, no siempre y depende de la organización”, menciona Gutiérrez.

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Manuel, por ejemplo, al leer esta parte del acuerdo ministerial, dijo que todos tienen derecho a alejarse del trabajo, aunque en su caso sea mínimo. “Sí es necesaria una desconexión hasta para generar nuevas ideas”, apunta Manuel.

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Gutiérrez también considera que esto se basa en el respeto. Por ejemplo, si necesitas enviar un correo electrónico a alguien que está fuera de su horario, se puede programar el correo o cuando se trate de una llamada, que no sea urgente, esperar al día siguiente.

“¿De que si estás sujeto a decir no?, creo que todos estamos en la libertad de decir “no”. Creo que el tema de la desconexión no solo es de organización sino de respeto”, subraya Gutiérrez, quien agrega que la salud mental es primordial. (I)