Sin palabras, deja la historia de Mauricio, un abuelo de 102 años. Su larga vida no sorprende tanto como lo que hizo hace tres años: a los 99 años decidió divorciarse.

Era su segunda relación matrimonial y, con un poco de humor, desde Argentina, describe cómo era su salud al acercarse al siglo de vida.

Antes de divorciarme me estaba enfermando, tenía taquicardia, hipertensión y me sentía muy, muy mal todo el día

Así lo manifestó al ser consultado en el espacio televisivo “Nosotros a la mañana”, publicó Clarín.

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La salud mejoró tras el divorcio

“A los dos o tres meses, se me pasaron todos los males, se terminó la hipertensión, se me terminó la taquicardia”.

Mauricio, cargado de la sabiduría que dan los años, dio su secreto para abrazar la longevidad.

El amor es muy importante y, sobre todo, no tener odios, sostuvo el 22 de marzo de 2023 al cumplir 102 años.

“Se puede vivir muchos años, teniendo mucho amor a toda la gente. La mejor receta me la enseñó un poeta (José Martí) que dijo ‘cultivo una rosa blanca, en junio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo, cultivo una rosa blanca’.

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Esa es mi guía para vivir muchos años”, reveló.

Lectura y tecnología

A su edad dice que la vista le falla un poco, pero no deja de leer.

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“La memoria se ejercita gracias a la lectura”, aconsejó.

Me ayuda la técnica moderna con los celulares que uno puede agrandar la letra, acercarla, o la computadora que uno la tiene mucho más cerca que el televisor

A los conductores del espacio de TV dijo que le va bien con la tecnología. Maneja su cuenta de Facebook “y tengo a mano el WhatsApp”.

Longevidad

La primera esposa de Mauricio, la madre de sus hijos, murió a los 64 años. “Tenía cáncer y murió cuatro años después de detectárselo”.

Siempre la tengo en mi corazón, dijo este hombre.

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“Estoy disfrutando hoy del cariño de mis hijos y de toda la gente que me conoce”.

Sobre su rutina diaria confesó que hace sus ejercicios cada mañana, va al parque. “Si no puedo ir, camino en la terraza”.

A los 102 años se describe: “Fui un gran pacifista, soy romántico y siempre preferí el amor al odio”. (I)

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