Tener una visa es un privilegio, no un derecho. La decisión de emitir una visa es una decisión soberana tomada por países de todo el mundo en función de sus propias leyes y requisitos de entrada. E incluso si la tiene, no significa ingreso automático, todo dependerá de los oficinales migratorios a su arribo. Y además, si finalmente se le permite el paso, debe cumplir con las normas para que su visa no le sea revocada.