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Michael Rockefeller, la historia del heredero más famoso de su época que desapareció en una tierra de caníbales y cocodrilos

La versión oficial fue muerte por ahogamiento.

Michael Rockefeller dejó como legado 4000 negativos en blanco y negro de su experiencia con los nativos de Nueva Guinea New York Post

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Muerte por ahogamiento. Ese fue el diagnóstico oficial que resolvería el misterio de la desaparición de Michael Rockefeller, hijo del gobernador del estado de Nueva York, Nelson Rockefeller, y antropólogo graduado en Historia y Economía en la Universidad de Harvard.

Michael Rockefeller, nacido el 18 de mayo de 1938 en una acaudalada familia, siempre se interesó por las culturas y civilizaciones del mundo, alejándose de la trayectoria política y económica que le correspondía como un Rockefeller. Su pasión por la etnografía y la antropología lo llevó a buscar tribus al norte de Australia, en la región de la isla de Nueva Guinea.

Su contacto con otras culturas fue documentado en fotografías e instrumentos que el joven Michael obtenía, e iban a ser destinados al Museo de Arte Primitivo, fundado en 1957 por su padre. Sin embargo, su deseo de aventura en lugares inexplorados fue lo que le costó también la vida.

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Miembro de una de las familias más poderosas de los Estados Unidos, el joven Rockefeller desapareció en medio de una expedición en Nueva Guinea. Museo Peabody de Etnografía y Antropología

El 17 de noviembre de 1961, el joven de 23 años navegaba en su catamarán, una pequeña embarcación, junto al antropólogo holandés René Wassing y dos guías locales. Era una expedición que los llevaría a la aldea Atsj, donde Rockefeller realizaría más investigaciones. Por las condiciones del peligroso Mar de Arafura, al occidente de Papúa, el catamarán se volcó, dejando a la deriva a sus pasajeros.

Los dos guías decidieron salir de la embarcación a buscar ayuda, mientras Wassing y Rockefeller se mantuvieron en el catamarán, que ya no podía llegar por su cuenta a la costa. Pero, tras dos días de espera sin ninguna señal de auxilio, el joven Michael consideró que era hora de tomar las riendas. Con un improvisado salvavidas, hecho de dos bidones de gasolina, se echó al agua, dejando a Wassing a la espera.

Tan solo horas después, el holandés fue rescatado por los dos guías que regresaron con ayuda, y aunque buscaron a Michael Rockefeller, su cuerpo no apareció por ningún lado. Las principales teorías establecían que lo más probable era que el joven se hubiera ahogado en su trayecto a la costa, o hubiera sucumbido ante algún tiburón o cocodrilo que rumiara por las aguas. El ahogamiento fue aceptado por su padre, el cual llegó días después con un equipo de búsqueda, y por su hermana melliza, Mary Rockefeller.

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A merced de caníbales

Sin embargo, otra hipótesis mucho más aterradora se formaba alrededor del caso de Rockefeller. La isla cerca de la cual se encontraban era habitada por la tribu Asmat, cuyas tradiciones de canibalismo fueron investigadas por el periodista Carl Hoffman y explicadas en su libro: Savage Harvest, a Tale of Cannibals, Colonialism, and Michael Rockefeller’s tragic quest for primitive art (Cosecha Salvaje; una historia de Caníbales, colonialismo y la trágica búsqueda de arte primitivo por parte de Michael Rockefeller).

La historia de los Asmat está cargada de violencia. Sus prácticas caníbales tenían motivos religiosos, y una de sus tradiciones más sagradas era el equilibrio de la tribu. Años antes, hombres holandeses habían asesinado a miembros de la tribu Asmat, por lo que el asesinato de Michael era para ellos, una merecida venganza.

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En su libro, Hoffman recoge el testimonio de Tobias Schneeabum, un antropólogo que había convivido con la tribu, y él comenta que varios miembros de la tribu le confesaron haberse comido a Michael Rockefeller, después de que el joven náufrago hubiera aparecido en su playa.

Un detective privado, contratado por la madre de Michael, regresó de Papúa Nueva Guinea con tres calaveras de víctimas de sus rituales de antropofagia. Se rumoreaba que una de esas calaveras era de Rockefeller, pero nunca se comprobó esa teoría. La versión oficial fue muerte por ahogamiento.

Las fotografías y los artículos obtenidos por Michael Rockefeller pasaron a ser expuestos en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York en 1974, una vez que el Museo de Arte Primitivo cerró. Ese mismo año su padre, Nelson Rockefeller se convirtió en vicepresidente de los Estados Unidos, en la administración de Gerald Ford. (I)

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