Una mujer, a la que le habían dicho que el cáncer detectado hace tres años había remitido, murió “luego de recibir un diagnóstico erróneo de covid persistente”.

El caso lo publicaron Antena 3 y Mirror el jueves 12 de octubre.

La protagonista de esta historia era una enfermera de 35 años, Brogan Williams, de Reino Unido.

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Qué pasó con la enfermera

La enfermera prestaba servicios en UCI y, según Mirror, “estaba en remisión de un cáncer de mama cuando advirtió la presencia de un bulto en el cuello”.

Luego, Brogan “comenzó a tener dificultades para hablar y le faltaba el aire”.

La mujer fue por ayuda médica al sentir dolores en el pecho en 2021 y en julio de ese año “los médicos descartaron la posibilidad de cáncer, argumentando que era demasiado joven para que esta enfermedad regresara”.

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Le dijeron que sus pulmones estaban afectados por el coronavirus y hablaron de covid persistente.

“Le aconsejaron que se fuera a casa y descansara”, informó Birmingham Live, publicó Mirror.

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Sin embargo, tan solo 10 días después, los médicos le dieron la inesperada noticia: “Dijeron que su cáncer había regresado”.

Estaba avanzada la enfermedad y la enfermera “necesitaba cuidados paliativos, le dieron una esperanza de vida de dos semanas”, de acuerdo con Mirror.

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La despedida

La familia de la enfermera informó que ella dijo que se pondría “pantalones positivos”, reseñó el medio británico.

“Estaba decidida a seguir luchando”, dijo Mirror el jueves 12 de octubre. Brogan Williams tenía razones para no decaer: su hija Freya y su esposo, Gareth.

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“Pero el martes se anunció la noticia de su trágica muerte en su página de Instagram” .

“Esta es la noticia que ninguno de nosotros quería y no estábamos listos para dar. El lunes 9 de octubre, nuestra hermosa Brogan cayó en un sueño tranquilo”, manifestó la familia, citada en Mirror.

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Conciencia y cartas de amor

La prensa destacó que Brogan “quiso crear conciencia sobre el tipo de cáncer que padecía, que estaba clasificado como cáncer de mama metastásico”. Y replicaron mensajes de la enfermera.

Brogan amaba a su niña. A ella “comenzó a escribir cartas, para leerlas en momentos cruciales de su vida”.

Como madre, de esta manera, sabía que así podía seguir presente en el corazón de Freya: “(…) quiero que ella sepa exactamente lo que le diría en ciertas situaciones, como su primer período o la primera vez que conoce a un chico y siente esas mariposas”.

Un gran espíritu tenía la enfermera. Su mensaje era: “Nunca dejes que nada se interponga en tu camino, busca las estrellas y sonríe mientras lo haces”. (I)

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