Henry Earl, conocido por muchos como “el hombre más arrestado del mundo”, falleció la semana pasada. El hombre de 74 años, cuya vida estuvo marcada por más de mil arrestos, fue enterrado el jueves en el cementerio de Owenton, Kentucky, tras pasar sus últimos años en un centro de rehabilitación y cuidados.

Con una historia que asombró a la comunidad de Lexington, Kentucky, Earl se convirtió en una figura icónica gracias a sus frecuentes encuentros con la ley. Desde que los registros de arrestos comenzaron a digitalizarse en 1992, acumuló más de 1.300 arrestos, la mayoría relacionados con delitos vinculados al alcohol.

Ginny Ramsey, fundadora del Catholic Action Center, recordó a Earl como un personaje carismático con un gran sentido del humor. A pesar de sus problemas, Earl era querido por muchos en la comunidad. “No podías conocer a Henry Earl y no amarlo. Él nunca será olvidado”, afirmó Ramsey.

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La vida de Earl estuvo marcada por la adicción al alcohol, que comenzó tras la muerte de su madre adoptiva cuando tenía 18 años. Después de perder su trabajo como ayudante de camarero en 1969, nunca mantuvo un empleo estable. Pasó más de 6.000 días en la cárcel a lo largo de su vida, siendo su primer arresto registrado en julio de 1970 por portar un arma oculta.

A pesar de sus dificultades, Earl se convirtió en una figura reconocida a nivel nacional después de aparecer en el programa de Jimmy Kimmel Live en 2004, mientras estaba encarcelado. Su inusual cantidad de arrestos lo convirtió en un personaje emblemático, recordado por su presencia en los bares universitarios de la Universidad de Kentucky, donde los estudiantes a menudo lo invitaban a tomar.

En sus últimos años, Earl recibió cuidados en un centro de rehabilitación, donde fue recordado como un individuo especial por aquellos que lo conocieron. Amigos y seguidores rindieron homenaje a Earl en las redes sociales, destacando su singularidad y su impacto en la comunidad de Lexington. (I)