Lluvias de fuerte intensidad han caído en las últimas horas en el suroeste de Haití, la zona más afectada por el terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter que el sábado pasado causó más de 1.400 muertos. No obstante, Protección Civil informó que, a pesar de las lluvias, continúan las operaciones de rescate para buscar sobrevivientes entre los escombros.

La tormenta tropical Grace descargó intensas precipitaciones en la zona durante toda la noche y la madrugada, pero en la mañana de este martes solo persistía una ligera lluvia en la ciudad de Les Cayes, la más afectada por el terremoto.

Miles de edificios se han derrumbado en Les Cayes y otras poblaciones de la región, donde según cálculos de las autoridades, 60.000 personas han tenido que salir de sus casas por los daños sufridos en sus viviendas, según AFP.

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Este martes, 16 personas fueron rescatadas de los escombros del antiguo cuartel de las tropas de la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah) en la localidad de Brefèt, en Les Cayes, y también se recuperaron nueve cuerpos sin vida.

El potente sismo, registrado el sábado, ha causado 1.419 fallecidos y 6.900 heridos, en su mayoría en el suroeste del país, según el último balance oficial.

También ha destruido cerca de 37.300 viviendas y causado daños estructurales en otras 46.000, así como en 25 centros médicos, según las autoridades.

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La tormenta, que avanza por el Caribe hacia la península de Yucatán, se acercaba este martes a Jamaica tras descargar lluvias en Haití, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

Las lluvias de Grace pueden provocar todavía inundaciones y deslizamientos de tierra en algunos puntos de La Española (República Dominicana y Haití), pese a que la tormenta ha enfilado ya hacia Jamaica, con vientos máximos sostenidos de 45 millas por hora (75 km/h).

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La canciller panameña, Erika Mouynes (i), junto con el embajador de Chile en Panamá, Germán Becker (d), inspeccionan el embarque de un cargamento de insumos de ayuda humanitaria para ser enviado a Haití este martes. Foto: EFE

En tanto, Haití ha seguido recibiendo ayuda humanitaria de los países de la región. Panamá envió este martes 14 toneladas de ayuda humanitaria y se puso a disposición como “puente humanitario”.

Un avión que Chile puso a disposición para apoyar al afectado país caribeño partió este martes desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el principal de Panamá y un centro de conexiones regional, con 31.000 libras (14 toneladas) de ayuda humanitaria que fue recolectada el lunes en el capitalino Parque Omar, recoge EFE.

La carga se compone de “medicinas, agua, alimentos secos, frazadas, equipos de bioseguridad, entre otras cosas”, explicó el jefe del grupo aéreo del Servicio Aeronaval de Panamá, Rafael Callejas.

Este lunes, el avión cedido por Chile viajó con 16 toneladas de ayuda humanitaria donada por el país sudamericano a Haití, y posteriormente se trasladó hasta Panamá para transportar las donaciones recolectadas aquí.

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La canciller panameña, Erika Mouynes, declaró que se han “activado (mecanismos) a través de la Organización de los Estados Americanos, SICA (Sistema de la Integración Centroamericana), para hacer un llamado a todos los países de la región” de manera que puedan “dar una ayuda a esta situación tan dramática y urgente que vive Haití”.

“Nosotros podemos servir de puente regional de acopio y luego puente humanitario para enviarlo de una manera inmediata”, destacó la ministra.

Panamá, en su condición de hub humanitario, ha señalado que aportará requerimientos logísticos, después de que Chile pusiera a disposición la aeronave.

“Con esta responsabilidad y facilidad que tenemos con nuestra posición geográfica lo ponemos a servicio de toda la comunidad internacional”, agregó la canciller de Panamá, país donde está uno de los seis hubs humanitarios del mundo y el único de la región.

El terremoto ya forma parte de los diez sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica. Ha provocado cuantiosos daños materiales, sobre todo en el suroeste del país, que en enero de 2010 fue asolado por otro sismo que dejó unos 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados. (I)