El presidente estadounidense Joe Biden se encuentra este jueves en apuros tras el hallazgo de documentos clasificados en una de sus casas, en un momento en el que Donald Trump está en la mira de la justicia por la forma en la que gestionó sus archivos presidenciales.

En Estados Unidos, una ley de 1978 obliga a los presidentes y vicepresidentes a enviar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo a los Archivos Nacionales.

Biden se apresuró a asegurar que “coopera completamente” con la justicia, pero la oposición republicana teme que reciba un trato de favor y pide la apertura de una investigación parlamentaria.

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“Una pequeña cantidad” de documentos clasificados que datan de cuando Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama han sido hallados en la residencia privada en Wilmington, en el estado de Delaware, informó este jueves la Casa Blanca, detalla AFP.

Estaban en el garaje y en una habitación contigua, explicó en un comunicado el abogado de la presidencia, Richard Sauber, quien aseguró que se informó de ello inmediatamente al Departamento de Justicia para que tomara posesión de las carpetas.

El lunes Biden ya reconoció que una decena de documentos clasificados fueron encontrados en el Penn Biden Center, un grupo de expertos en Washington donde él tuvo una oficina.

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Donald Trump, expresidente de EE.UU. AFP

Decenas de cajas

La oposición denuncia un trato desigual.

Es otro paso en falso de la administración Biden que (...) trata al presidente Trump de una manera y al presidente Biden de otra”, dijo el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que opina que “el Congreso debe investigar este caso”.

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Cuando se fue de la Casa Blanca en enero de 2021, el expresidente republicano se llevó cajas con documentos. Cuando le pidieron que las devolviera entregó 15 en enero de 2022.

Pero la policía federal estimó que probablemente tenía más en su lujosa residencia de Mar-a-Lago.

Agentes del FBI la registraron el 8 de agosto por “retención de documentos clasificados” y “obstrucción a una investigación federal”, y confiscaron alrededor de otras treinta cajas.

Se abrió entonces una batalla legal para determinar la naturaleza de los documentos incautados (¿clasificados? ¿personales? ¿desclasificados?) lo que ralentizó el procedimiento.

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Pero Trump, que anunció que se presentaría a las elecciones presidenciales de 2024, sigue bajo la amenaza de una acusación federal.

Garland nombró a un fiscal especial para supervisar esta investigación, y otras sobre el papel de Trump en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

“Junto al Corvette”

Aunque no es la misma cantidad de documentos, este jueves se palpaba malestar entre los demócratas.

¿Recuerda cómo reaccionó la izquierda cuando el presidente Trump se llevó los supuestos documentos ‘confidenciales’ a casa? Hoy está muy callada”, comentó el congresista republicano Jim Jordan, un incondicional del magnate.

El propio presidente estaba a la defensiva.

“Documentos clasificados junto a su Corvette, pero ¿a quién se le ocurre?”, le preguntó un periodista del canal conservador Fox News.

El mandatario respondió que hablaría “pronto, si Dios quiere” sobre el tema. “Además, mi Corvette está en un garaje cerrado. (...) No es como si estuviera en la calle”, agregó el demócrata de 80 años, refiriéndose a su coche favorito, un descapotable verde botella que data de los años 1960.

Merrick Garland, fiscal general de los EE. UU. Foto: AFP

Desplazados por inadvertencia

El secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, nombró a un fiscal independiente para investigar sobre estos documentos clasificados hallados en una antigua oficina y en una residencia privada de Biden.

Garland, que ya delegó las investigaciones sobre Trump a un fiscal independiente, encomendó esta nueva misión a Robert Hur, un exfiscal federal que ha tratado tanto delitos de pandillas y narcotráfico como casos de corrupción y fraude.

El nombramiento pone de manifiesto el compromiso de su departamento “con la independencia del poder judicial en casos particularmente delicados, y su compromiso de tomar decisiones guiadas únicamente por los hechos y la ley”, afirmó en un discurso.

Además, Richard Sauber, abogado de la Casa Blanca aseguró que el presidente “cooperará” con el fiscal especial.

“Confiamos en que una revisión exhaustiva mostrará que estos documentos se desplazaron por inadvertencia, y el presidente y sus abogados actuaron rápidamente al descubrir este error”, afirmó en un comunicado.

Hillary Clinton. AFP

Los correos de Clinton

El manejo de información reservada mediante canales no oficiales también puso en problemas en el pasado a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, quien contravino las normas oficiales durante su gestión como entre 2009 a 2013, al utilizar su cuenta de correo personal en lugar de una cuenta gubernamental, exponiendo potencialmente información confidencial a los hackers.

Esta situación hizo afectó la candidatura presidencial de Clinton, quien incluso pidió perdón por lo que ella misma calificó de error, aunque afirmó no haber cometido ninguna ilegalidad.

Más de 2.000 correos fueron luego categorizados como clasificados o con información confidencial o secreta, lo que provocó encendidas críticas contra la ex primera dama y exsenadora por parte de sus adversarios, alegando que puso en riesgo la seguridad nacional. (I)